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Significations et usages de ciencia

DEUM

ciencia s f I 1 Actividad mediante la cual el ser humano produce conocimientos, explicaciones y predicciones acerca de algunos fenómenos, empleando generalmente la observación y la experimentación: dedicarse a la ciencia 2 Cada sistema de conocimientos que tiene un objeto y un método propios, particularmente los que siguen el modelo de la matemática o la física 3 Ciencias naturales Las que tienen como objeto de estudio a la naturaleza, como la física, la química y la geología 4 Ciencias humanas Las que tienen como objeto de conocimiento los diferentes aspectos del ser humano y la sociedad, como la historia, la sociología y la lingüística 5 Ciencias exactas Las matemáticas y aquellas cuyo método combina las matemáticas con la experimentación 6 Ciencias ocultas Los conocimientos que no tienen una explicación basada en la experimentación, sino en prácticas mágicas y misteriosas, que tradicionalmente han pretendido penetrar y dominar los secretos de la naturaleza, como la astrología y el espiritismo 7 Saber variado, rico y selecto, propio de personas dedicadas al estudio: «Bacon fue un monje muy famoso por su ciencia» 8 A ciencia cierta Con seguridad: «A ciencia cierta no sabemos hasta dónde puede llegar la inflación» II Ciencia ficción Género narrativo de obras literarias o cinematográficas, que sitúa la acción en un futuro imaginado de acuerdo con previsiones más o menos científicas, como las Crónicas marcianas de Ray Bradbury.

Définition

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Synonymes

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Voir aussi

ciencia (n.f.)

culto, erudita, erudito conocimiento

Locutions

Academia de Peliculas de Ciencia Ficcion Fantasia y Horror • Arte y ciencia • Asociacion Civil Ciencia Hoy • Asociacion Española de Fantasia Ciencia Ficcion y Terror • Asociacion española de fantasia ciencia ficcion y terror • Asociación Británica para el Avance de la Ciencia • Asociación Civil Ciencia Hoy • Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror • Asociación Mexicana de Ciencia Ficción y Fantasía • Asociación de escritores de ciencia ficción y fantasía de Estados Unidos • Budismo y ciencia • Campo de fuerza (ciencia ficción) • Censo (ciencia politica) • Censo (ciencia política) • Centro Andaluz de Ciencia y Tecnología Marina • Centro costarricense de la ciencia y la cultura • Centro de ciencia principia • Centro para la ciencia y la cultura • Ciencia (serie filatelica) • Ciencia (serie filatélica) • Ciencia Divina • Ciencia Fringe • Ciencia Social (periodico) • Ciencia Social (periódico) • Ciencia blanda • Ciencia básica • Ciencia cognitiva • Ciencia cotidiana • 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Dictionnaire analogique

ciencia (s. f.)





Wikipedia

Ciencia

                   
  El árbol de la ciencia. La ciencia y su maldición. Interpretación bíblica

La ciencia (del latín scientĭa 'conocimiento') es el conjunto de conocimientos sistemáticamente estructurados, y susceptibles de ser articulados unos con otros. La ciencia surge de la obtención del conocimiento mediante la observación de patrones regulares, de razonamientos y de experimentación en ámbitos específicos, a partir de los cuales se generan preguntas, se construyen hipótesis, se deducen principios y se elaboran leyes generales y sistemas metódicamente organizados.[1]

La ciencia consolidada se constituye como tal, superada la fase de investigación, cuando adquiere la consideración de «saber validamente justificado por la comunidad científica correspondiente» y suele considerarse así a través de las publicaciones especializadas. Es entonces cuando pasa a una fase de enseñanza en los Centros de formación y de divulgación adquiriendo toda su eficacia cultural y social.

Suelen considerarse como rasgos generales y distintivos del saber científico frente a otros saberes:

  • Utilizar diferentes métodos y técnicas para la adquisición y organización de conocimientos sobre la estructura de un conjunto de hechos suficientemente objetivos y accesibles a varios observadores.
  • Tener establecidos criterios previos de verdad y una corrección permanente.
  • Criterios aceptados por la comunidad científica.
  • Procurar la generación de más conocimiento objetivo en forma de predicciones concretas, cuantitativas y comprobables referidas a hechos observables pasados, presentes y futuros respecto a algún sistema concreto.
  • Procurar su puesta en práctica de los conocimientos en sus aplicaciones tecnológicas, mediante los peritos o expertos.
  • Procurar la divulgación de sus investigaciones, por publicaciones especializadas y Centros de Enseñanza, fundamentalmente las Universidades.
  • Vigilar los métodos de divulgación y enseñanza de los contenidos consolidados.

Contenido

La unidad del saber científico: clasificación de las ciencias

La unidad del saber ha sido siempre uno de los ideales más tenazmente perseguidos por el pensamiento humano. Muchos filósofos han llegado a sostener que «conocer» significa «reducir a unidad»; consiguientemente, la forma más alta de conocimiento del mundo no podía consistir -según estos filósofos- más que en la inserción de todos los fenómenos en un solo sistema. Y este sistema sería tanto más perfecto cuanto menor resultara el número de los principios necesarios para su fundamentación. La aspiración suprema consistía, pues, en encerrar el mundo entero en un cuadro sistemático basado en un solo principio, aunque el cuadro mismo resultara sumamente complejo y dotado de las más diversas articulaciones.

Ludovico Geymonat. op. cit, p. 27

Son ejemplos paradigmáticos la concepción del Ser-Uno y la unidad de la Naturaleza en la filosofía antigua; en la Edad Media el «Ars Magna» de Ramón Llull y la filosofía de Nicolás de Cusa en el Renacimiento; en la Edad Moderna el «sistema del mundo» de Laplace y el sistema Hegeliano; y en el siglo XX la «Enciclopedia Internacional de la Ciencia Unificada» donde Joergen Joergensen escribe: La unidad de la ciencia constituye la fase de aplicaciones de la ciencia, en cuanto éstas dependen de la combinación de premisas tomadas de diversas disciplinas científicas en series de indiferencia conexas entre ellas.[2] Pero intentar enumerar todas las ciencias, y elaborar una clasificación unitaria siguiendo criterios fijos se convierte en una tarea difícil, si no imposible, dado el desarrollo de las ciencias no solo en número sino en métodos y criterios de constitución de cada una de las mismas.

Con anterioridad a la Edad Moderna podemos hablar de una clasificación de los distintos modos o categorías del conocer en tanto que conocimiento humano racional, bajo las notas de universalidad y necesidad,[3] superando los límites del conocimiento por la experiencia.

  Aristóteles. Museo del Louvre

Hasta el Renacimiento todo el saber que no fuera técnico o artístico se situaba en el ámbito de la filosofía. El conocimiento de la naturaleza era sobre la totalidad: una ciencia universal. Cuando Aristóteles utiliza los términos «episteme» y «philosophia» no es incorrecto hablar de clasificación de las «ciencias en Aristóteles»; pero con un significado y contenido muy diferente al de «ciencia» en la Modernidad.[4]

Las primeras clasificaciones se remontan a Aristóteles[5] que considera tres categorías del saber:

  • Teoría: que busca la verdad de las ideas, como formas y como sustancias. Este saber está constituido por las ciencias cuyo conocimiento está basado en el saber por el saber: Matemáticas, Física y Teología.
  • Praxis: O saber práctico encaminado al logro de un saber para guíar la conducta hacia una acción propiamente humana en cuanto racional: lo formaban la Ética, la Política, la Económica y la Retórica.
  • Poiesis: o saber creador, saber poético, basado en la transformación técnica. Lo que hoy día englobaríamos en la creación artística, artesanía y la producción de bienes materiales.

La clasificación aristotélica sirvió de fundamento para todas las diversas clasificaciones que se hicieron en la Edad Media[a 1] hasta el Renacimiento, cuando las grandes transformaciones promovidas por los grandes adelantos técnicos[a 2] plantearon la necesidad de nuevas ciencias y sobre todo nuevos métodos de investigación que culminarán en la Ciencia Moderna del siglo XVII.[a 3] Es entonces cuando aparece un concepto moderno de clasificación que supone la definitiva separación entre ciencia-filosofía.

En la Edad Moderna Tommaso Campanella, Comenio, Bacon, Hobbes y John Locke propusieron diferentes clasificaciones.[4] El Systema Naturae (1735) de Linneo, estableció los criterios de clasificación que más influencia han tenido en el complejo sistema clasificatorio de las ciencias naturales.[4] André-Marie Ampère confeccionó una tabla con 512 ciencias.[6]

En la Ilustración escribe D'Alembert:

«No hay sabios que gustosamente no colocaran la ciencia de la que se ocupan en el centro de todas las ciencias, casi en la misma forma que los hombres primitivos se colocaban en el centro del mundo, persuadidos de que el universo había sido creado por ellos. Las profesiones de muchos de estos sabios, examinándose filosóficamente, encontrarían, posiblemente, incluso, además del amor propio, causas de peso suficiente para su justificación»

Discours préliminaire de l'Encyclopedie, París 1929, pág. 61

.

La interdisciplinariedad

Todas las clasificaciones de las ciencias tienen fecha de caducidad. A partir del siglo XIX y con el asombroso crecimiento producido por el conocimiento científico surgen numerosas ciencias con yuxtaposiciones de parcelas establecidas por ciencias anteriores:

  • De las teorías del calor y sus relaciones con la mecánica: Termodinámica.
  • De las relaciones de la electricidad y la química: Electroquímica.
  • De la relación de la termodinámica y la electroquímica, la íntima imbricación de la física y la química: Fisicoquímica.
  • De las relaciones de la química y la biología, surgirá la Bioquímica.

De esta forma las ciencias suelen llevar nombres compuestos de ciencias anteriores a veces situadas en campos completamente dispares:

En definitiva las ciencias se constituyen tanto por fragmentación, de una parte, como por interdisciplinariedad, de otra.

En el siglo XIX Auguste Comte hizo una clasificación mejorada después por Antoine-Augustin Cournot en 1852 y por Pierre Naville en 1920.[6]

Los nuevos lenguajes no jerárquicos de estructura asociativa y manejados por la informática reflejan perfectamente la situación actual de división de las ciencias y sus conexiones metodológicas y de contenidos, aún a pesar de la enorme especialización que se experimenta continuamente tanto en la investigación como en los centros de enseñanza.

La sistematización científica requiere el conocimiento de diversas conexiones, mediante leyes o principios teóricos, entre diferentes aspectos del mundo empírico, que se caracterizan mediante conceptos científicos. Así, los conceptos de la ciencia son nudos en una red de interrelaciones sistemáticas en la que las leyes y los principios teoréticos constituyen los hilos... Cuantos más hilos converjan o partan de un nudo conceptual, tanto más importante será su papel sistematizado o su alcance sistemático

Carl Hempel, Philosophy of natural science, Prentice-Hall, 1966. Cit. por Javier Gimeno Perelló, op.cit.

Clasificaciones fundamentales

Dilthey considera inapropiado el modelo epistemológico de las «Naturwissenschaften», esto es el método científico que toma como modelo de ciencia la Física aplicada a las llamadas «ciencias naturales», cuando se aplica a otros saberes que atañen al hombre y a la sociedad. Propone por ello un modelo completamente diferente para las «Geisteswissenschaften», «ciencias humanas» o «ciencias del espíritu», e.g., filosofía, psicología, historia, filología, sociología, etc.

Si para las primeras el objetivo último es la explicación, basada en la relación causa/efecto y en la elaboración de teorías descriptivas de los fenómenos, para estas últimas se trata de la comprensión de los fenómenos humanos y sociales.

Esquema de clasificación planteado por el epistemólogo alemán Rudolf Carnap (1955):
Ciencias formales Estudian las formas válidas de inferencia: lógica - matemática. No tienen contenido concreto; es un contenido formal, en contraposición al resto de las ciencias fácticas o empíricas.
Ciencias naturales Son aquellas disciplinas científicas que tienen por objeto el estudio de la naturaleza: astronomía, biología, física, geología, química, geografía física y otras.
Ciencias sociales Son aquellas disciplinas que se ocupan de los aspectos del ser humano —cultura y sociedad—. El método depende particularmente de cada disciplina: administración, antropología, ciencia política, demografía, economía, derecho, historia, psicología, sociología, geografía humana, trabajo social y otras.

Mario Bunge (1972) considera el criterio de clasificación de la ciencia en función del enfoque que se da al conocimiento científico: por un lado, el estudio de los procesos naturales o sociales (el estudio de los hechos) y, por el otro, el estudio de procesos puramente lógicos (el estudio de las formas generales del pensar humano racional), es decir, postuló la existencia de una ciencia factual (o ciencia fáctica) y una ciencia formal.

Las ciencias factuales se encargan de estudiar hechos auxiliándose de la observación y la experimentación. La física, la psicología y la sociología son ciencias factuales porque se refieren a hechos que se supone ocurren en la realidad y, por consiguiente, tienen que apelar al examen de la evidencia científica empírica.[7]

El objeto de estudio de la ciencia formal no son las cosas ni los procesos, sino las relaciones abstractas entre signos, es decir, se estudian sus relaciones sintácticas y sus posibles inferencias. Son ciencias formales la lógica y las matemáticas.

La ciencia experimental se ocupa del estudio del mundo natural. Por mundo natural se ha de entender todo lo que pueda ser supuesto, detectado o medido a partir de la experiencia. En su trabajo de investigación, los científicos se ajustan a un cierto método, un método científico general y un método específico al campo concreto y a los medios de investigación.

Para fines de comprensión, puede decirse que la llamada «ciencia aplicada» consiste en la aplicación del conocimiento científico teórico (la llamada ciencia «básica» o «teórica») a las necesidades humanas y al desarrollo tecnológico. Es por eso que es muy común encontrar, como término, la expresión «ciencia y tecnología»: dos aspectos inseparables, en la vida real, de una misma actividad.

Las ciencias formales, en cambio, crean su propio objeto de estudio; su método de trabajo es puro juego de la lógica, en cuanto formas del pensar racional humano, en sus variantes: la lógica y las matemáticas.

Caracterización de las ciencias según el esquema de Bunge
FORMALES FÁCTICAS
OBJETO DE ESTUDIO - Estudian entes formales, ideales o conceptuales
- Dichos entes son postulados hipotéticamente (construidos, propuestos, presupuestos o definidos) por los científicos que los estudian.
- Estudia el mundo de los hechos (Desde las galaxias a las partículas subatómicas; nubes, elefantes, alegrías y tristezas).
- Tales hechos se asumen que tienen existencia con independencia de los científicos y de las comunidades que los estudian, aunque puedan tener interacciones con ellos.
MODO DE VALIDACIÓN - Parten de axiomas o postulados y a partir de ellos demuestran teoremas
- Los axiomas son relativos al contexto en el cual se opera.[a 5]
- No requieren de cotejo empírico o experimentación.
- Sus conclusiones adquieren grado de certeza
- Se trabaja a partir de las consecuencias observacionales que se derivan de las conjeturas o hipótesis propuestas.
- Juzgan sobre su adecuación al trozo de realidad que pretenden describir o explicar.
- El resultado favorable es provisional sujeto a corrección y revisión.
OBJETIVO QUE PERSIGUE - Buscan la coherencia interna.
- Busca la verdad lógica y necesaria.
- Procura describir y explicar hechos y realidades ajenas a ellas mismas.
- Persiguen la verdad material o contingente.

[8]

Construcción de la ciencia

La ciencia es un elemento fundamental en la construcción de la civilización humana tomada en su conjunto. Las teorías científicas, al fin y al cabo, responden a las necesidades de los hombres y su evolución responde a la evolución que el hombre ha seguido en su concepción del mundo y la valoración de los hechos de la vida.[a 6] No surge por la inspiración de unos «sabios» o «eruditos» de forma espontánea.[a 7] Los primeros pasos son cuestiones prácticas que resuelven situaciones comunes de la vida diaria, sobre cuyos resultados exitosos se establece un procedimiento fijo de actuación, protocolo al que, convertido en reglas fijas, se le acaban encontrando las razones de su éxito en la teoría científica que lo confirma como verdad que puede ser transmitida a otros.[a 8] Actualmente se incluyen en este proceso conocimientos que durante muchos siglos han sido considerados al margen de la ciencia, pero que tienen una importancia cultural tan grande como la propia ciencia como la antropología actual pone de manifiesto: El cocinar los alimentos, el calzado, los tejidos y la costura, el bordado y la confección del vestido, por ejemplo. En otras palabras, la ciencia es un producto cultural. Es la cultura la que la hace posible y la sustenta; el suelo en el que encuentra su alimento, las preguntas (teorías) que se plantea, las respuestas que encuentra y los problemas que resuelve.

A lo largo de los siglos la ciencia viene a constituirse por la acción e interacción de tres grupos de personas:[9]

  Unidad del edificio científico según Linneo y Diderot
  • Sobre el primer grupo:
Los artesanos, constructores, los que abrían caminos, los navegantes, los comerciantes, etc. resolvían perfectamente las necesidades sociales según una acumulación de conocimientos cuya validez se mostraba en el conocimiento y aplicación de unas reglas técnicas precisas fruto de la generalización de la experiencia sobre un contenido concreto.[a 9]
  • Sobre el segundo grupo:
Los filósofos, llevados por los argumentos demostrativos mostraban unos razonamientos que

extendían el dominio de las verdades demostrables y las separaba de la intuición

./... La uniformidad del Ser sobrevivió en la idea de que las leyes básicas han de ser independientes del espacio, del tiempo y de las circunstancias.[9]
Platón postuló que las leyes del universo tenían que ser simples y atemporales. Las regularidades observadas no revelaban las leyes básicas, pues dependían de la materia, que es un agente de cambio. Los datos astronómicos no podrían durar siempre. Para hallar los principios de ellos hay que llegar a los modelos matemáticos y «abandonar los fenómenos de los cielos».[10]
Aristóteles valoró la experiencia y la elaboración de conceptos a partir de ella mediante observaciones;[11] pero la construcción de la ciencia consiste en partir de los conceptos para llegar a los principios necesarios del ente en general.[12] Fue un hábil observador de «cualidades» a partir de las cuales elaboraba conceptos y definiciones: pero no ofreció ninguna teoría explícita sobre la investigación. Su ciencia por eso ha sido considerada «cualitativa» en cuanto a la descripción pero platónica en cuanto a su fundamentación de leyes necesarias. Para Aristóteles el valor de la experiencia se orienta hacia teorías basadas en explicaciones «cualitativas», y a la búsqueda de principios (causas) cada vez más generales a la búsqueda del principio supremo del que se «deducen» todos los demás. Es por eso que el argumento definitivo está basado en la deducción y el silogismo.[13]
Esta ciencia ( o filosofía?), ciencia deductiva a partir de los principios,[a 10] es eficaz como exposición teórica del conocimiento considerado válido, pero es poco apta para el descubrimiento.[9]
  Leonardo da Vinci: El hombre es el centro en la cultura humanista del Renacimiento
  El sistema solar de Tycho Brahe. El sol y la luna giran alrededor de la tierra, pero los planetas giran alrededor del sol
  • Sobre el tercer grupo:
Sobre la base de toda la tradición mantenida por los grupos anteriores, son los científicos de la Ciencia Moderna:
   1. Difieren de los filósofos por favorecer lo específico y experimental
   2. Difieren de los artesanos por su dimensión teórica. 

Su formación como grupo y eficacia viene marcada a partir de la Baja Edad Media, por una fuerte reacción antiaristotélica[a 11] y en el Renacimiento, por un fuerte rechazo al argumento de autoridad y a la valoración de lo humano con independencia de lo religioso. Son fundamentales en este proceso, los nominalistas, Guillermo de Ockham y la Universidad de Oxford en el siglo XIV; en el Renacimiento Nicolás de Cusa, Luis Vives, Erasmo, Leonardo da Vinci etc.; los matemáticos renacentistas, Tartaglia, Stevin, Cardano o Vieta y, finalmente, Copérnico y Tycho Brahe en astronomía.[a 12] Ya en el XVII Francis Bacon, y Galileo promotores de la preocupación por nuevos métodos y formas de estudio de la Naturaleza y valoración de la ciencia, entendida ésta ya como dominio de la naturaleza[a 13] y comprendiéndola mediante el lenguaje matemático.[a 14]

A partir del siglo XVII se constituye la ciencia tal como es considerada en la actualidad, con un objeto y método independizado de la filosofía.[a 15]
  La órbita clásica de Kepler. La órbita es elíptica. El movimiento de la tierra no es uniforme. El cielo clásico circular y de movimientos uniformes, perfecto, es definitivamente superado con las leyes de Kepler

.

En un punto fue necesaria la confrontación de dos sistemas (Descartes-Newton) contemporáneos en la concepción del mundo natural:[14]
  • Descartes, Principia philosophiae (1644), a pesar de su indudable modernidad, mantiene la herencia de la filosofía anterior anclada en las formas divinas[15] propone un método basado en la deducción a partir de unos principios, las ideas innatas, formas esenciales y divinas como «principios del pensar». El mundo es un «mecanismo» determinista regido por unas leyes determinadas que se pueden conocer como ciencia mediante un riguroso método de análisis a partir de intuiciones evidentes. Es la consagración definitiva de la nueva ciencia, el triunfo del antiaristotelismo medieval, la imagen heliocéntrica del mundo, la superación de la división del universo en mundo sublunar y supralunar en un único universo mecánico.
  • Newton, Principia Mathematica philosophiae naturalis, (1687). Manteniendo el espíritu anterior sin embargo realiza un paso más allá: el rechazo profundo a la hipótesis cartesiana de los vórtices. La ciencia mecanicista queda reducida a un cálculo matemático a partir de la mera experiencia de los hechos observados sobre un espacio-tiempo inmutable.
Tanto uno como otro daban por supuesto la exactitud de las leyes naturales deterministas fundadas en la voluntad de Dios Creador. Pero mientras el determinismo de Descartes se justifica en el riguroso método de ideas a partir de hipótesis sobre las regularidades observadas, Newton constituía el fundamento de dichas regularidades y su necesidad en la propia «observación de los hechos». Mientras uno mantenía un concepto de ciencia «deductiva», el otro se presentaba como un verdadero «inductivista», Hypotheses non fingo.

El método hipotético-deductivo

Un salto verdaderamente espectacular en este desarrollo se produce con Galileo Galilei.[a 16] al combinar la lógica de observación de los fenómenos con dos métodos desarrollados en otras ramas del conocimiento formal: la hipótesis y la medida.[16] Esto da lugar al Método experimental que se desarrolla de tal manera que su método que él llamó "resolutivo-compositivo", ha sido muchas veces considerado con el nombre de "hipotético-deductivo" como prototipo del método científico e independiente del método empírico-analítico.

Según Ludovico Geymonat la lógica empírica se caracteriza por tres métodos estructurados en un todo:

El inductivismo

  Sir Francis Bacon, promotor del inductivismo como método científico

Considera que la ciencia se constituye desvelando las leyes naturales a partir de una multitud de observaciones de «fenómenos», siendo éstos considerados como «regularidades de la naturaleza», medibles y cuyas relaciones de «causa/efecto» eran expresables en fórmulas matemáticas.

  Círculo empírico

Newton consideraba las leyes de Kepler, como observaciones experimentales regulares y constantes, lo mismo respecto a la gravitación, las leyes del movimiento y las propiedades básicas de la luz. Tales regularidades pueden «explicarse» mediante teorías que dan sentido a dichas propiedades.

De este modo, partiendo de esta jerarquía:

  • observaciones generalizadas
  • mediciones estrictas
  • teorías,

se considera que el mundo en su complejidad puede ser explicado mediante un conjunto de ciencias observadoras rigurosas de dichas pautas conforme a métodos precisos que describen la realidad de los fenómenos.

El éxito de este concepto de ciencia, y sus indudables frutos en la ampliación y conocimientos generados, ha sido inmenso hasta la crisis del siglo XX, pero su mismo desarrollo ha mostrado que se cometía un grave error al no incluir las hipótesis provisionales como herramientas constitutivas del método.

La crisis de la ciencia Moderna

A pesar del indudable progreso de la ciencia durante los siglos XVII, XVIII y XIX seguía en pie la cuestión del fundamento racional de la misma:

  • El racionalismo que fundamenta el método hipotético-deductivo; se justifica la ley científica en una deducción teórica a partir de una hipótesis o teorías científicas.
  • El Empirismo que fundamenta el método inductivo; se justifica la ley científica en la mera observación de los hechos.

El problema es planteado de modo definitivo por Kant respecto a la distinción entre juicios analíticos y sintéticos; la posibilidad de su síntesis, como juicios sintéticos a priori, considerados como los juicios propios de la ciencia, permanecía en la sombra sin resolver:

VERDAD CONDICIÓN ORIGEN JUICIO EJEMPLO
Verdad de hecho Contingente y particular A posteriori; depende de la experiencia Sintético: amplía el conocimiento. El predicado no está contenido en la noción del sujeto Tengo un libro entre las manos.
Está saliendo el sol.
Verdad de Razón Necesaria y Universal A priori; no depende de la experiencia Analítico: El predicado se encuentra en la noción del sujeto. No se amplía el conocimiento Todos los A son B → Si "algo" (x) es A entonces ese algo (x) es B
Si  a * a = a^2 entonces  \sqrt a^2 = a
Verdad científica Universal y necesaria A priori; no depende de la experiencia, pero únicamente se aplica a la experiencia Sintético a priori: amplía el conocimiento. Solo aplicable a los fenómenos Si a y b son cuerpos → a y b experimentan entre sí una fuerza...
Los cuerpos se atraen en razón directa de sus masas y en razón inversa al cuadrado de sus distancias.

¿Cómo y por qué la Naturaleza en la experiencia se somete a las «reglas lógicas de la razón» y a las matemáticas?

Los matemáticos se dividieron en intuicionistas y logicistas.

Los intuicionistas consideraban la matemática un producto humano y consideraban que la existencia de un objeto es equivalente a la posibilidad de su construcción, por lo que no admitían el axioma del tertio excluso.[17] El argumento A \lor \lnot  A;  \lnot \lnot A \vdash A no puede ser tomado como lógica y formalmente válido sin restricción. Todo objeto lógico ha de poder ser previamente construido, lo que plantea especiales problemas lógicos para la negación. ¿Qué objeto es \lnot A?[18] Por ello consideraron las verdades de la ciencia probabilísticas, algo así como: «hay razones para considerar verdadero»... Rechazando algunos teoremas y métodos de Georg Cantor.[9] El empirismo de David Hume mantiene su vigencia en la no-realidad de los universales ahora matemáticamente tratados como conjuntos.

Por su parte los formalistas pretendieron construir la traducción posible de los contenidos de la ciencia a un lenguaje lógico uniforme y universal que, como «método unificado de cálculo» hiciera de la ciencia un logicismo perfecto.[a 17] Tal venía a ser el programa de Hilbert: formalización perfecta de la lógica-matemática, capaz de figurar la realidad mundana debidamente formalizada en un sistema perfecto.

  Concepto de distancia en el espacio de Euclides

El programa de Hilbert se vino definitivamente al traste cuando Kurt Gödel (1931) demostró los teoremas de incompletitud, haciendo patente la imposibilidad de un sistema lógico perfecto.[a 18]

Por otro lado la mecánica cuántica en su expresión matemática abre una brecha entre espacio-tiempo y materia y salva el tradicional abismo entre el observador y la realidad por caminos que traen conturbados a los científicos y han sumido a los filósofos en una gran confusión.[9] En definitiva:

  • Matemáticamente: Si un sistema es completo no es decidible. Si es decidible, no es completo.
  • Físicamente: La energía aparece como discontinua; las partículas se manifiestan fenoménicamente, según circunstancias, como tales partículas o como ondas. El espacio y el tiempo pierden el carácter de absoluto de la mecánica clásica de Newton; etc.[a 19]
  Concepto de distancia en el espacio de Minkoski

El propio progreso de las ciencias muestra evidencias claras de que las regularidades de la naturaleza están llenas de excepciones.[a 20] La creencia en leyes necesarias y la creencia en el determinismo de la Naturaleza, que inspiró tanto a los griegos como a la Ciencia Moderna hasta el siglo XX, así como el hecho de que la observación se justifica a partir de la experiencia, se ponen seriamente en cuestión.;;[9] [a 21] [a 22] [a 23]

En 1934 Karl Popper publica La lógica de la investigación científica, que pone en cuestión los fundamentos del inductivismo científico, proponiendo un nuevo criterio de demarcación de la ciencia así como una nueva idea de verificación por medio de la falsación de teorías y una aproximación asintótica de la verdad científica con la realidad.

En 1962 Kuhn propone un nuevo modo de concebir la construcción de la ciencia bajo el concepto de «cambio de paradigma científico», que hiciera posible el no tener que considerar necesariamente falsas todas las teorías obsoletas de la ciencia anterior.

En 1975 Feyerabend publica un polémico libro, CONTRA EL MÉTODO: Esquema de una teoría anarquista del conocimiento. Tras analizar críticamente el proceso seguido por Galileo en su método resolutivo-compositivo, rompe el «paradigma» del método hipotético-deductivo considerado como el fundamento del método científico como tal.

Posmodernidad: la situación actual

La cuestión es que la ciencia con sus viejos enfoques sigue produciendo resultados que están a la vista pero suscitando nuevos problemas.

La cuestión entre realismo y empirismo ../.. sigue tan viva como siempre..../... [Los investigadores] estudian eventos particulares, realizan entrevistas, invaden los laboratorios, desafían a los científicos, examinan sus tecnologías, sus imágenes, sus concepciones, y exploran el gran antagonismo que a menudo existe entre disciplinas, escuelas y grupos de investigación concretos. Resumiendo sus resultados, podemos decir que el problema no es ahora el de cómo articular el monolito CIENCIA, sino el de qué hacer con la desparramada colección de esfuerzos que han ocupado su lugar.[9]

¿Sigue siendo la ciencia el gran argumento de autoridad en el reconocimiento de la verdad?[19] La cuestión así planteada hay que reconocer que se encuentra totalmente fuera de lugar en el mundo actual. La conclusión postmoderna es que en los contextos concretos el criterio ha sido asumido por el de competencia como «saber adecuado a lo concreto» por parte de los expertos. La ciencia no es una cosa, es «muchas»; no es algo cerrado sino abierto; no tiene un método, sino muchos; no está hecha, sino se hace. Su dinámica no es sólo la investigación base, sino su aplicación técnica, así como su enseñanza y su divulgación. Por ello las objeciones y las alternativas a cada investigación concreta y en cada campo concreto de la misma, se suscitan y abren según grupos particulares de intereses que no siempre son precisamente científicos. Es más, la dependencia económica de la investigación puede convertirla en un producto más en «oferta en el mercado»,[a 24] o ser valorada únicamente como discurso performativo.[20]

La ciencia sigue adelante con toda su fuerza cultural y social, y cada día más, al convertirse en un fenómeno que afecta globalmente a toda la Humanidad:

  • Por la mayor educación social generalizada en todas las sociedades del mundo.
  • Por la influencia de la tecnología que la hace aplicable a la realidad en poco tiempo.
  • Por los medios de comunicación, que facilitan la rápida divulgación y «vulgarización» de los conocimientos.
  • Porque se convierte así en un instrumento de poder, económico, político y cultural.
  • Etc.
  El hombre puede poner en peligro su propia existencia.

El problema de su fundamentación y construcción deviene un problema filosófico en el llamado posmodernismo que ciertamente tiene una conciencia clara: La verdad no es necesaria ni universal, sino producto humano y por tanto cambiante y contingente. La propia ciencia, la filosofía, la literatura o el arte en general y la propia dinámica cultural y social, desbordarán siempre el discurso científico abriendo horizontes de nuevos metadiscursos respecto a la propia ciencia, a los contenidos culturales y sociales, a la vida cotidiana, el ejercicio del poder o la acción moral y política.[a 25]

La pregunta, explícita o no, planteada por el estudiante profesionalista, por el Estado o por la institución de enseñanza superior, ya no es ¿es eso verdad?, sino ¿para qué sirve? En el contexto de la mercantilización del saber, esta última pregunta, las más de las veces, significa: ¿se puede vender? Y, en el contexto de argumentación del poder ¿es eficaz? Pues la disposición de una competencia performativa parecía que debiera ser el resultado vendible en las condiciones anteriormente descritas, y es eficaz por definición. Lo que deja de serlo es la competencia según otros criterios, como verdadero/falso, justo/injusto, etc., y, evidentemente, la débil performatividad en general.

Jean François Lyotard. La condición posmoderna. op. cit. p.94

El resultado es que es posible adquirir conocimiento y resolver problemas combinando elementos y trozos de «ciencia» con opiniones y procedimientos que «prima facie» son «no-científicos».[9] En realidad lo que ha cambiado profundamente de la mano de la propia ciencia[a 26] es el sentido de lo que es la verdad, el conocimiento y el saber y en qué consiste la evidencia y los métodos para lograrla. Esta forma actual de Ciencia como «instrumento del poder y valor de mercado globalizado» está generando problemas tan graves como los que hay que afrontar hoy día, en que se puede dejar en «una o pocas decisiones» en manos de «uno o unos pocos» no solo el futuro de una cultura o una civilización concreta o global, «sino la propia existencia de la Humanidad».[a 27]

La construcción del saber científico

  Visión del Universo en la Antigüedad y Edad Media

Demarcación de la ciencia

¿Qué distingue al conocimiento de la superstición, la ideología o la pseudo-ciencia? La Iglesia Católica excomulgó a los copernicanos, el Partido Comunista persiguió a los mendelianos por entender que sus doctrinas eran pseudocientíficas. La demarcación entre ciencia y pseudociencia no es un mero problema de filosofía de salón; tiene una importancia social y política vital.

Imre Lakatos.La metodología de los programas de investigación científica. op. cit. p.9

Conocer y saber

La ciencia ante todo requiere el reconocimiento de ser un «saber» para ser considerada como tal. No basta el mero conocimiento. Es por ello interesante distinguir entre «conocimiento y saber». Diferenciamos, de un modo técnico y formalizado[a 28] los conceptos de conocer y saber, por más que, en el lenguaje ordinario, se usen a veces como sinónimos, otras veces no.[a 29]

Conocer, y su producto el conocimiento, va ligado a una evidencia que consiste en la creencia basada en la experiencia y la memoria y es algo común en la evolución de los seres naturales concebidos como sistemas, a partir de los animales superiores.[21] Saber, por su parte requiere, además de lo anterior, una justificación fundamental; es decir un engarce en un sistema coherente de significado y de sentido,[a 30] fundado en lo real y comprendido como realidad; más allá de un conocimiento en el momento presente o fijado en la memoria como único. Un sistema que hace de este hecho de experiencia algo con entidad consistente.[a 31] Un conjunto de razones y otros hechos independientes de mi experiencia que, por un lado, ofrecen un «saber qué» es lo percibido como verdad y, por otro lado, orientan y definen nuevas perspectivas del conocimiento y de la experiencia posible.[22]

Fundamentalmente caracterizan la construcción del saber científico actual los rasgos siguientes:

  • Investigación de un cambio de problemática, teórica o práctica, en un área o ámbito científico determinado con un núcleo teórico consolidado.[a 32]
  • De un equipo generalmente financiado por una Institución Pública, Fundación privada o Empresa particular[a 33]
  • Dirigida por alguien de reconocido prestigio como experto en el ámbito de la investigación, sea individuo o equipo investigador
  • Siguiendo un método de investigación cuidadosamente establecido
  • Publicado en revistas especializadas
  • Incorporadas y asumidas las conclusiones en el quehacer de la comunidad científica del ámbito que se trate como elementos dinámicos de nuevas investigaciones que amplían la problemática inicial generando nuevas expectativas, predicciones, etc. o, dicho en términos propios, el resultado es un programa teóricamente progresivo.[23]
  • El reconocimiento suele convertirse en derecho de patente durante 20 años cuando tiene una aplicación práctica o técnica

La observación de los «hechos»

  Observación del cielo

Si, persuadidos de estos principios, hacemos una revisión de las bibliotecas, ¡qué estragos no haremos! Si tomamos en las manos un volumen de teología, por ejemplo, o de metafísica escolástica, preguntemos: ¿contiene algún razonamiento abstracto sobre la cantidad o los números? No. ¿contiene algún raciocinio experimental sobre cuestiones de hecho o de existencia? No. Echadlo al fuego; pues no contiene más que sofistería y embustes.

David Hume. Investigación sobre el entendimiento humano. Tercera parte.

Lo que plantea Hume parecía algo clarísimo y evidente en la Edad Moderna y fue importante en la constitución de la Ciencia Moderna. Sin embargo en la actualidad es un problema fundamental del estatus de la ciencia ¿qué es un raciocinio experimental sobre cuestiones de hecho o de existencia?

Newton afirmaba no hago suposiciones y estaba convencido de que su teoría estaba apoyada por los hechos. Pretendía deducir sus leyes a partir de los fenómenos observados por Kepler. Pero tuvo que introducir una teoría de las perturbaciones para poder sostener que los movimientos de los planetas no eran elípticos, y en realidad no supo justificar el hecho de la gravedad. Sin embargo, si alguna teoría científica ha podido ser considerada como fundada en los hechos ha sido la Física de Newton. Todavía es frecuente la creencia vulgar de que los hechos justifican la teoría científica.

Antes de Einstein, la mayoría de los científicos pensaban que la física de Newton estaba fundamentada en la realidad de los hechos observados.[a 34] Hoy es posible demostrar con facilidad que no se puede derivar válidamente una ley de la naturaleza a partir de un número finito de hechos.

Karl Popper propone un criterio de falsabilidad. Pero tal criterio contradice la realidad de la construcción de la ciencia cuando las teorías no suelen derrumbarse por una sola observación o experimento crucial que las contradiga. Normalmente se recurre a aceptar «anomalías», o se generan «hipótesis ad hoc».

Señala Lakatos, discípulo de Popper, que la historia de la ciencia está repleta de exposiciones sobre cómo los experimentos cruciales supuestamente destruyen a las teorías. Pero tales exposiciones suelen estar elaboradas mucho después de que la teoría haya sido abandonada. Si Popper hubiera preguntado a un científico newtoniano, anterior a la Teoría de la Relatividad, en qué condiciones experimentales abandonarían la teoría de Newton, algunos científicos newtonianos hubieran recibido la misma descalificación que él mismo otorga a algunos marxistas y psicoanalistas.[24]

Según Kuhn la ciencia avanza por medio de revoluciones cuando se produce un cambio de paradigma. ¿Pero qué es una revolución científica como «cambio de paradigma»: una conversión religiosa o una iluminación repentina? En cualquier caso es algo que no depende de la observación de los hechos sino un cambio de referencia de un campo o área determinada de la investigación científica en una teoría más general que abarca un área mucho más amplia.[25]

  Universo según la teoría newtoniana

Un campo o área de investigación siempre tiene su referencia en una teoría general, (Física clásica, Teoría de la Relatividad, Mecánica cuántica, Psicoanálisis, Marxismo) dotados de un núcleo fundamental característico firmemente establecido y defendido en una tradición científica estable, aun cuando presenten irregularidades y problemas no resueltos. En este sentido tomar la falsación de Popper en puridad equivale a tener por seguro que todas las teorías nacen ya refutadas, lo que rompería la posibilidad del progreso y unidad de la ciencia.[26]

Lo que les constituye como «científicas» a las teorías no es tanto su «verdad demostrada» que no lo es tal, sino su capacidad de mostrar nuevas verdades que surgen al seguir ofreciendo nuevas vías de investigación, suscitando hipótesis nuevas y abriendo cauces nuevos en la visión general del campo que se trate. Es solo al final de un amplio proceso de construcción y reconstrucción de una teoría cuando puede surgir una nueva teoría o paradigma o programa de investigación más general que explica con una nueva óptica los mismos hechos explicados por la primera teoría anterior al considerarlos en un ámbito de visión del mundo más amplio. La vieja teoría dejará de tener entonces el reconocimiento como ciencia actual; porque ha dejado ya de ser referente como medio para la ampliación del conocimiento. Lo que nos les hace perder el valor científico que han mostrado durante bastante tiempo y el carácter histórico de su aportación a la construcción de la ciencia.

  Universo evolutivo en expansión según la teoría del Big Bang

Los hechos observados y las leyes que fundaban la Teoría de Newton seguirán siendo los mismos fenómenos terrestres de la misma manera que lo hacían en el siglo XVIII; y en ese sentido seguirán siendo verdaderos. Pero su interpretación tienen otro sentido cuando se los considera en el marco más amplio de la «teoría de la relatividad» en la quedan incluidos como un caso concreto. La verdad experimental de la observación de hechos de ver todos los días salir el sol por oriente y ponerse por occidente sigue siendo la misma. Como lo son las anotaciones del movimiento de los planetas hechas por Ptolomeo, como por Copérnico o Tycho Brahe. Pero de la misma forma que las interpretaciónes de tales observaciones reflejadas en el marco de la teoría geocéntrica de Aristóteles o de Ptolomeo explicaban mejor y ofrecían visiones diferentes respecto a las «astrologías» que había en su momento histórico y cultural, a su vez la interpretación heliocéntrica de Copérnico o Tycho Brahe enriquecieron enormemente la visión de los cielos respecto a las anteriores e hicieron posible la visión de Kepler y la Teoría de Newton. La interpretación de los mismos datos de observación ofrecen, sin embargo, en la Teoría de la relatividad elementos nuevos que sugieren nuevas hipótesis de investigación que amplían la posibilidad de nuevas observaciones y nuevas hipótesis. La última teoría está en continua ampliación y transformación como paradigma científico; las anteriores o prácticamente ya no tienen nada que decir como no sea como objeto de estudio histórico y de referencia en la evolución y construcción del saber científico en tanto que fueron paradigmas en su tiempo o tienen sentido en una aplicación concreta en un ámbito específicamente acotado como caso concreto de la teoría fundamental. Tal es el caso de la «utilidad» de la teoría de Newton cuando se trata de movimientos y espacios y tiempos de ciertas dimensiones. De la misma forma que los arquitectos en sus proyectos consideran la tierra «como si fuera plana». Pues en las dimensiones que abarcan sus proyectos la influencia de la redondez de la tierra es despreciable.[a 35]

La ley científica

En la arquitectura de la ciencia el paso fundamental está constituido por la ley. Es la primera formulación científica como tal. En la ley se realiza el ideal de la descripción científica; se consolida el edificio entero del conocimiento científico: de la observación a la hipótesis teórica-formulación-observación-experimento (ley científica), teoría general, al sistema. El sistema de la ciencia es o tiende a ser, en su contenido más sólido, sistema de las leyes.[27]

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Diferentes dimensiones que se contienen en el concepto de ley:[28]

  • La aprehensión meramente descriptiva
  • Análisis lógico-matemático
  • Intención ontológica

Desde un punto de vista descriptivo la ley se muestra simplemente como una relación fija, entre ciertos datos fenoménicos. En términos lógicos supone un tipo de proposición, como afirmación que vincula varios conceptos relativos a los fenómenos como verdad.[a 36] En cuanto a la consideración ontológica la ley como proposición ha sido interpretada históricamente como representación de la esencia, propiedades o accidentes de una sustancia. Hoy día entendemos que esta situación ontológica se centra en la fijación de las constantes del acontecer natural, en la aprehensión de las regularidades percibidas como fenómeno e incorporadas en una forma de «ver y explicar el mundo».

El problema epistemológico consiste en la consideración de la ley como verdad y su formulación como lenguaje y en establecer su «conexión con lo real», donde hay que considerar dos aspectos:

  • El término de lo real hacia el cual intencionalmente se dirige o refiere la ley, es decir, la constancia de los fenómenos en su acontecer como objeto de conocimiento.
Generalmente, y de forma vulgar, se suele interpretar como «relación causa/efecto» o «descripción de un fenómeno». Se formula lógicamente como una proposición hipotética en la forma: Si se da a,b,c.. en las condiciones, h, i, j... se producirá s, y, z...[a 37]

La teoría científica

La teoría científica representa el momento sistemático explicativo del saber propio de la ciencia natural; su culminación en sentido especulativo.

Los años 50 del siglo XX supusieron un cambio de paradigma en la consideración de las «teorías científicas».

Según Mario Bunge con anterioridad se observaba, se clasificaba y se especulaba en aras de un inductivismo dominante.[a 38]

Ahora en cambio:

  • Se realza el valor de las teorías con la ayuda de la formulación lógico-matemática.
  • Se agrega la construcción de sistemas hipotético-deductivos en el campo de las ciencias sociales[a 39]
  • La matemática se utilizaba fundamentalmente al final para comprimir y analizar los datos de investigaciones empíricas, con demasiada frecuencia superficiales por falta de teorías, valiéndose casi exclusivamente de la estadística, cuyo aparato podía encubrir la pobreza conceptual.

En definitiva, concluye Bunge:

Empezamos a comprender que el fin de la investigación no es la acumulación de hechos sino su comprensión, y que ésta solo se obtiene arriesgando y desarrollando hipótesis precisas que tengan un contenido empírico más amplio que sus predecesoras.

Bunge, M. op. Cit. p. 9-11; Lakatos. op. cit. 123-133

La construcción de modelos

  Modelo de una colisión de partículas

El comienzo de todo conocimiento de la realidad comienza mediante idealizaciones que consisten en abstraer y elaborar conceptos; lo cual no es ni más ni menos que construir un modelo acerca de la realidad. En definitiva, y en general, el proceso consiste en atribuir a lo percibido como real ciertas propiedades que, frecuentemente, no serán sensibles. Tal es el proceso de conceptualización y su traducción al lenguaje.

Eso es posible porque se suprimen ciertos detalles destacando otros que nos permiten establecer una «forma de ver» la realidad, aun sabiendo que no es exactamente la propia realidad.[a 40] El proceso natural sigue lo que tradicionalmente se ha considerado bajo el concepto de analogía. Pero en la ciencia el contenido conceptual solo se considerará preciso como modelo de lo real con sentido científico, cuando dicho modelo es interpretado como caso particular de un «modelo teórico», siempre y cuando podamos establecer los términos en que dicha analogía se concreta mediante observaciones o comprobaciones precisas y posibles.

El objeto modelo es cualquier representación esquemática de un objeto. Si el objeto representado es un objeto concreto entonces es una idealización del objeto, que puede ser pictórica (un dibujo p. ej.) o conceptual (una fórmula matemática); es decir, puede ser figurativa o simbólica.[a 41]

Un collar de cuentas de colores puede representar como modelo una cadena polimérica, y un sociograma algunas de las relaciones que pueden existir entre un grupo de individuos; el primero es un modelo análogo o físico, mientras el segundo no es sino un despliegue de datos. Pero en ambos casos, para que el modelo sea modelo teórico ha de encarnarse en el marco de una estructura teórica. Entonces el objeto modelo adquiere unos caracteres propios de la teoría y sobre todo tiene que soportar sus enunciados legales.

El objeto modelo así considerado deviene, en determinadas circunstancias y condiciones, como modelo teórico.

Un modelo teórico es un sistema hipotético-deductivo concerniente a un objeto modelo que es, a su vez, representación conceptual esquemática de una cosa o de una situación real o supuesta real.[29]

Los mecanismos hipotéticos deberán tomarse e serio, como representando las entrañas de la cosa, y se deberá dar prueba de esta convicción realista (pero al mismo tiempo falible) imaginando experiencias que puedan poner en evidencia la realidad de los mecanismos imaginados. En otro caso se hará literatura fantástica o bien se practicará la estrategia convencionalista, pero en modo alguno se participará en la búsqueda de la verdad,

Bunge, op. Cit. p. 19

El modelo ha de insertarse en el marco de una teoría general, sea por ejemplo la mecánica cuántica o la mecánica clásica. En cualquiera de los dos casos se produce una teoría específica o ‘’modelo teórico’’ de un objeto concreto. Ciertamente el modelo teórico siempre quedará corto respecto a la compleja realidad que intenta representar. Pero en todo caso siempre será más rico que el mero objeto modelo que no es sino una lista de rasgos del objeto modelizado. Bunge esquematiza estas relaciones de la siguiente forma:

Cosa o hecho Objeto-modelo Modelo teórico
Duterón Pozo de potencial del protón neutrón Mecánica cuántica del pozo de potencia
Soluto en una solución diluida Gas perfecto Teoría cinética de los gases
Tráfico a la hora punta Corriente continua Teoría matemática de la corriente continua
Organismo que aprende Caja negra markoviana Modelo del operador lineal de Bush y Mosteller
Cigarras que cantan Colección de osciladores acoplados Mecánica estadística de los osciladores acoplados

Cualquier objeto modelo puede asociarse, dentro de ciertos márgenes, a diversas teorías generales para producir diversos modelos teóricos.[a 42]

La teoría

El problema: ¿Es la teoría una mera «organización sistemática de un conjunto de leyes» en las que se apoya, como mera ordenación lógica en una unidad interpretativa? o ¿tiene una significación propia?

Dos formas de considerar las teorías:[30]

  • Teorías fenomenológicas. Tratan y se limitan a «describir» fenómenos, estableciendo las leyes que establecen sus relaciones mutuas a ser posible cuantificadas. Procuran evitar cualquier contaminación «metafísica» o «esencial» tales como las causas, los átomos o la voluntad, pues el fundamento consiste en la observación y toma de datos con la ayuda «únicamente» de las variables observables exclusivamente de modo directo. Tal es el ideal del empirismo: Francis Bacon, Newton, neopositivismo. La teoría es considerada como una caja negra.
  • Teorías representativas, por el contrario, pretenden establecer la «esencia» o fundamento último que justifica el fenómeno y las leyes que lo describen. Tal es el ideal del racionalismo y la teoría de la justificación: Descartes, Leibniz. En relación con lo anterior Bunge propone considerarla como «caja negra traslúcida».

La teoría científica, ¿debe ser de una forma o de la otra? ¿Debe ser un cuadro fiel de la realidad o solo un instrumento efectivo de describir, resumir y predecir observaciones?[31]

La caja negra

El hecho de considerar las formas teóricas como «caja negra» o «caja negra traslúcida» obliga a hacer alguna aclaración. No se trata de una disyunción exclusiva. No se trata de clases lógicas excluyentes sino más bien de un planteamiento metodológico. Su referencia es hacia el modo como interpretamos la teoría, si «se atiende a lo que ocurre» en forma de descripción de lo que ocurre, o si, además, se refiere a «por qué ocurre lo que ocurre» intentando justificar un mecanismo.

  Esquema de caja negra

Las teorías fenomenológicas no son jamás «puras negras», por más que se intente justificar lo contrario con el término fenomenológico:

  • Pues no pueden prescindir totalmente de términos que superan con creces las «variables externas» observables, sean macroscópicas o microscópicas. Por ejemplo: la teoría de los circuitos eléctricos es ciertamente una teoría de caja negra, pues todo elemento del circuito es considerado como una unidad carente de estructura interna.[a 43] Sin embargo tal teoría de circuitos eléctricos habla de «corriente» y de «voltaje» que no son variables observables (como fenómenos en sí propiamente dichos). Su «observabilidad» se infiere de la lectura de unos valores leídos en unos aparatos indicadores previamente diseñados conforme a una teoría que interpreta que dichos valores «representan» valores de «corriente» o de «voltaje» como conceptos teóricos.[32]
  • La ciencia no puede limitarse a una mera descripción o lectura de dipositivos meramente descriptivos. Ninguna teoría así recibiría el nombre de «teoría científica», pues la ciencia necesariamente exige explicaciones, es decir que ha de poder subsumir la enunciación de casos singulares en enunciados generales.
  • Las teorías fenomenológicas incluyen de manera necesaria, como substrato de creencia previa, la idea de causa/efecto. Pues aun cuando se ignore el mecanismo interior de la caja negra, no se puede prescindir del hecho de que los imputs guardan una relación causal con los outputs.

Por otro lado la «caja negra» presenta grandes ventajas en el progreso de la ciencia, al evitar la especulación que tantas veces ha hecho perder el sentido del horizonte a la ciencia en tiempos pasados y al mismo tiempo no es incompatible con la causalidad ni tampoco con la «representación». En definitiva es una cuestión de grado, de forma que:

El hecho de que ciertos problemas no puedan enunciarse en la estructura de las teorías fenomenológicas no significa que las teorías de la caja negra no proporcionen, como a menudo se oye, explicación. Siempre que un enunciado singular se deduce de enunciados de leyes y circunstancias, hay explicación científica. Las teorías fenomenológicas proporcionan, pues, explicaciones científicas. Pero las explicaciones científicas puede ser más o menos profundas. Si las leyes invocadas en la explicación son justamente leyes de coexistencia y sucesión, la explicación será superficial. Este es el caso de la explicación de un hecho de un individuo sobre la base de que siempre hace tales cosas, o la explicación de la compresión de un gas según el aumento de presión en términos de la ley de Boyle. Necesitamos a menudo tales explicaciones superficiales, pero también necesitamos explicaciones profundas tales como las que se traman en términos de la constitución y estructura de un gas, los rasgos de la personalidad de un individuo y así sucesivamente.

Bunge, M. Teoría y realidad. op. cit. p. 77-78

La experimentación: ¿Verificación de hechos o falsación de teorías?

Según el sentido de la teoría de la justificación la ciencia ha de consistir en proposiciones probadas.

El falsacionista ingenuo insiste en que si tenemos un conjunto inconsistente de enunciados científicos en primer lugar debemos seleccionar entre ellos: 1) Una teoría que se contrasta (que hará de nuez); 2) Un enunciado básico aceptado (que servirá de martillo) y el resto será conocimiento básico que no se pone en duda (y que hará las funciones de yunque). Y para aumentar el interés de esta situación hay que ofrecer un método para «endurecer» el «martillo» y el «yunque» de modo que podamos partir la nuez realizando un «experimento crucial negativo». Pero las conjeturas ingenuas referentes a esta visión resultan demasiado arbitrarias y no ofrecen el endurecimiento debido.

Imre Lakatos. op. cit. p.130

El experimento no es una «verificación» de la teoría que lo sustenta como mostró Popper mostrando al desnudo el problema de la inducción.

El inductivismo estricto fue considerado seriamente y criticado por muchos autores, desde Bellarmino, Whewell, y finalmente destruido por Duhem y Popper, aunque ciertos científicos y filósofos de la ciencia como Born, Achisnstein o Dorling aún creen en la posiblidad de deducir o inducir válidamente las teorías a partir de hechos (¿seleccionados?). Pero el declinar de la lógica cartesiana y en general, de la lógica psicologista, y la emergencia la lógica de Bolzano y Tarski decretó la muerte de la deducción a partir de los fenómenos.

Lakatos. op. cit. p. 219

Por otro lado las inferencias lógicas transmiten la verdad, pero no sirven para descubrir nuevas verdades.[33]

Las teorías generales no son directamente contrastables con la experiencia. Solamente mediante casos particulares pueden «ser contrastadas empíricamente» con soluciones específicas mediante teorías específicas, como modelos teoréticos. Lo que viene a mostrar que a mayor lógica que detente una teoría, tendrá menos contrastabilidad empírica. Quiere decir esto que teorías tan generales como la Teoría de la Información, Mecánica clásica o mecánica cuántica son directamente incostrastables. Solo pueden ser contrastadas respecto a modelos teoréticos específicos en el marco de dichas teorías, teniendo en cuenta que no siempre es posible saber qué es lo que hay que corregir en el modelo cuando la contrastación empírica fracasa o, si por el contrario es la propia teoría general la que contiene el error.[34] Teniendo muy presente la dificultad de poder asegurar que el valor de los datos manejados y obtenidos sean los correctos. Por ello la filosofía de la ciencia adquiere un carácter de investigación en la actualidad muy importante.

Historia y progreso del conocimiento científico

  Visión medieval del universo
  Nicolás Copérnico rompe definitivamente la visión medieval del mundo

Desde determinado punto de vista la descripción de la historia de la ciencia puede causar una visión compendiada de la historia en la que una teoría falsa es sustituida por una «verdadera», que será falsa cuando es sustituida por otra «verdadera». Tal es lo que ocurre si mantenemos una visión simplista de la ciencia como «conjunto de teorías cerradas» es decir que se sustentan por sí mismas en su contenido de verdad y se generan en una sucesión cuyo producto acabado es «una ciencia consolidada», producto de «Una Razón», si no absoluta, al menos humana, pero en tanto que verdadera, definitiva.

De hecho una visión así se produce cuando la tesis más frecuente y tenazmente repetida es que el método científico es una combinación de deducción e inducción, de matemática y experiencia.Tal idea se remonta a Galileo (o incluso más atrás, hasta los más grandes científicos de la Grecia clásica),[35] calificada como inductivismo cuyo fundamento reside en considerar que los hechos justifican las teorías en el sentido de hacerlas verdaderas de forma definitiva y permanente.

Tal visión ha sido definitivamente superada por la crisis vivida durante el siglo XX al tener que considerar las teorías como «teorías abiertas».<[36]

Teorías cerradas:

  • Rigurosamente formalizadas, o formalizables en lenguaje lógico-matemático.
  • Se basan en un determinado sistema de axiomas y reglas lógicas.
  • No necesitan tener referencia alguna a presuntas verdades intuitivas ajenas a dicho sistema.
  • Dos teorías diversas entre sí no pueden tener equivalencias puesto que se basan en sistemas primitivos lógicos diferentes.

La crisis de la ciencia del siglo XX por el contrario muestra la necesidad de teorías abiertas<Popper. No se trata de la idea de «sucesión descriptiva» sino de «el fundamento del progreso científico» entendido como proceso histórico. La actual epistemología representa un punto de inflexión importante en la visión de la historia de la ciencia como:

Evaluación del progreso objetivo de la ciencia entendido como cambios progresivos y regresivos de problemáticas para un conjunto estable de teorías científicas que ofrecen un marco o modelo teórico global.[37]

La historia de la ciencia deja de ser la historia de las teorías y se constituye en el planteamiento y consideración de «problemáticas comunes» a diversas teorías unidas en una continuidad de largo recorrido histórico y cultural. Dicha unidad encuentra su fundamento en un «marco conceptual común», una unidad cultural de lenguaje que ofrece una visión determinada acerca de un determinado ámbito del universo mundo, como interpretación del mismo, sobre la base de unas mismas reglas lógicas de interpretación de la experiencia. Las series más importantes de estas teorías científicas vienen caracterizadas por una «continuidad» en el tiempo; teorías que se relacionan en una unidad global dentro de en un ámbito suficientemente amplio de investigación del mundo. Vienen a suponer una cierta unidad conceptual y de visión general. Sobre estas unidades es sobre lo que se construye el progreso científico, pues es en el ámbito de éstas donde se producen las transformaciones de «antiguas verdadades» en «nuevas verdades» con independencia de cómo se interprete dicha transformación:

  • como «falsación de teoría concreta»: Popper.[a 44]
  • como una «ruptura epistemológica», Gaston Bachelard.
  • como una revolución o «cambio de paradigma», Kuhn.[a 45]
  • como evolución de «programas de investigación», Lakatos.[38]
  • como simple «anarquía de los métodos», Feyerabend.,[a 46]
  • como esbozo de posibilidades para la intelección posibilitante de lo real, Zubiri.[39]
  • como «symploké», Gustavo Bueno.
  • como genialidad deductiva de un investigador.[40]
  • como casualidad heurística de hecho.[a 47]

Cada uno de estos puntos de vista requiere su reflexión y nos muestra que el proceso no es tan simple como suele mostrarse en la historia de una «ciencia consolidada» como sucesión de teorías: una racionalización lógica y sucesiva de teorías que se sustituyen unas a otras de un modo lógico-constructivo.

La cuestión estriba en desplazar la idea de «una teoría que es refutada por hechos nuevos que se descubren» y considerar la explicación o interpretación de cómo se mantienen en unidad profunda y continua diversas teorías que comparten una misma visión conjunta, manteniendo diferencias de escuelas o autores claramente diferenciados y a veces opuestos en sus explicaciones. Lo que explica la consistencia de las grandes visiones teóricas señaladas anteriormente con las distintas escuelas, posturas, movimientos que dentro de la unidad diversifican las formas de comprensión de la realidad. Es decir cómo se mantienen las incongruencias e inconsistencias que unas teorías mantienen frente a otras compartiendo un núcleo fundamental de unión. Núcleo de unión continua que diversifica los modos y métodos de investigación como heurística negativa, que señala rutas de investigación que hay que evitar y heurística positiva que señala los caminos que se debe seguir. La heurística positiva y negativa suministran una definición primaria e implícita del «marco conceptual» (y por tanto del lenguaje) en el que se sitúa la problemática común. El reconocimiento de que la historia de la ciencia es la historia de los paradigmas o de los programas de investigación científica o de la anarquía de los métodos, en lugar de ser la historia de las teorías, puede por ello entenderse como una defensa parcial del punto de vista según el cual la historia de la ciencia es la historia de los marcos conceptuales o de los lenguajes científicos.[41]

La ciencia en su conjunto puede ser considerada como un «enorme programa de investigación» con una regla suprema como señaló Popper: Diseña conjeturas que tengan más contenido empírico que sus predecesoras.[42] [43]

Filosofía de la ciencia

Pues los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración; al principio, admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego, avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores, como los cambios de la luna y los relativos al sol y a las estrellas, y la generación del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. (Por eso también el que ama los mitos es en cierto modo filósofo; pues el mito se compone de elementos maravillosos). De suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por ninguna otra utilidad. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían casi todas las cosas necesarias y las relativas al descanso y al ornato de la vida. Es, pues, evidente que no la buscamos por ninguna utilidad, sino que, así como llamamos hombre libre al que es para sí mismo y no para otro, así consideramos a ésta como la única ciencia libre, pues ésta sola es para sí misma. Por eso también su posesión podría con justicia ser considerada impropia del hombre. Pues la naturaleza humana es esclava en muchos aspectos; de suerte que, según Simónides, «sólo un dios puede tener este privilegio», aunque es indigno a un varón buscar la ciencia a él proporcionada.

Aristóteles. Metafísica, 982,b.11-32.

Dos aspectos interesantes del texto:

  • La admiración es fruto de la ignorancia
  • La no utilidad de la ciencia

El origen del saber, y por tanto de la ciencia y del conocer en general,[a 22] hunde su raíz en la ignorancia. Y puesto que la ignorancia absoluta no tiene sentido alguno,[a 48] hay que partir del hecho de que la ciencia no parte de cero, es decir, el suelo en el que surge es el mundo de las creencias, las ideologías o los mitos y las tradiciones, como señala Aristóteles. Sólo aquel que «no sabe» y es capaz de «admirarse» ante lo que «rompe sus esquemas», es decir sus creencias previas, es el que está preparado para «interesarse» por un nuevo modo de conocer que le permita explicarse lo que no encaja en sus creencias. Sin embargo Aristóteles, y con él casi toda la tradición filosófica, pensó en una ciencia que, superado el conocimiento vulgar de las creencias o los mitos (o las religiones), establecía una verdad necesaria y por tanto definitiva, casi divina e impropia del hombre, señala el texto. Un concepto fundamentalista que ha prevalecido en la cultura heredera de Grecia. No tanto en otras culturas orientales.

En la actualidad se es consciente de que el conocimiento es un proceso en el que no se «descubren verdades», ni se establecen verdades definitivas. La ciencia «echa abajo falsedades», que no es lo mismo, estableciendo interpretaciones generales cada vez más amplias. En la ciencia de hoy se busca el avance del conocimiento natural a partir de las evidencias construidas sobre lo anterior, sabiendo ser una tarea inacabada: una búsqueda, no una llegada.

Por otro lado esa búsqueda del conocimiento, dice Aristóteles, no se busca por su utilidad, sino en un ejercicio de libertad, dice Aristóteles. Ciertamente la ciencia moderna no se puede reconocer en este aspecto heredera de Aristóteles. Pero sí es cierto que, como señala el texto, tal interés surge cuando las necesidades de la vida están resueltas. Por ello históricamente la ciencia ha sido privilegio de los sacerdotes y las clases libres, mientras la poiesis de los artesanos ha sido durante siglos cosa de esclavos.

Inventos son esos de esclavos, los más viles. Más arriba tiene la filosofía la morada; y es maestra, no de las manos, sino de las almas. ¿Quieres saber lo que ella descubrió, lo que ella produjo? ... Es autora de la paz y llama al linaje humano a la concordia. No es artesana, vuelvo a decir, de herramientas necesarias a nuestros usos ordinarios. ¿Por qué le asignas tan mengua visión? Contempla en ella a la autora de la vida ... Ella enseña qué cosas son males y cuáles solo lo aparentan ... Ella declara quiénes son los dioses y cuál es su naturaleza ...

Séneca. Epístolas a Lucilio

Séneca ataca la postura de Posidonio y Panecio que alaban la filosofía operativa:

es evidente que el provecho y utilidad de las cosas inanimadas no podría obtenerse sin los brazos y el trabajo de los hombres.

Panecio, Sobre el deber
  El conocimiento científico ha permitido al hombre realizar hazañas como llegar a la Luna. Logros que tienen tanto de dominio de la Naturaleza como ejercicio de un poder político, social y militar

Tal vez la unión de la ciencia con el poder social, bien sea éste religioso, económico, político, ha sido una de las claves para considerarla unida al conocimiento de la verdad necesaria desligada de la utilidad directa, pero convertida en control y poder.[a 49] La burguesía renacentista y moderna convierte el conocimiento en instrumento útil, como Razón instrumental para el dominio de la Naturaleza[a 50] y constituye el origen del capitalismo; la ciencia queda definitivamente ligada al «dominio de la Naturaleza» y logra su propia independencia como saber desligado de la filosofía, pero ineludiblemente ligada al poder público (civil o militar) o privado; pero en todo caso poder económico.[a 51] Al mismo tiempo es el inicio del proceso en que la posmodernidad considera llegado el triunfo definitivo del capitalismo liberal.

Los científicos siempre han dependido de las necesidades primarias satisfechas y disposición de tiempo para el estudio y la investigación; bien sea a través de la riqueza propia en la primera burguesía, del mecenazgo o del empleo por contrato en instituciones públicas o privadas. En la actualidad dicha dependencia se establece a través de Instituciones Públicas, Universidades e Institutos, los Ejércitos, o directamente de las empresas. Esta dependencia, si bien es tal vez más oculta, por otro lado tal vez es más estricta, en su dependencia de lo económico, pues la investigación básica actual se suele realizar a través de programas que exigen un ámbito que incluye enormes gastos de tecnología e instalaciones. Lo que explica la desaparición por completo de aquella libertad que Aristóteles atribuía a la búsqueda y ejercicio de la ciencia en cuanto tal.[a 52]

No obstante lo anterior, tampoco podemos negar esa dimensión profundamente humana de la relación emotiva del hombre con la verdad:

La más bella y profunda emoción que nos es dado sentir es la sensación de lo místico. Ella es la que genera toda verdadera ciencia. El hombre que desconoce esa emoción, que es incapaz de maravillarse y sentir el encanto y el asombro, está prácticamente muerto. Saber que aquello que para nosotros es impenetrable realmente existe, que se manifiesta como la más alta sabiduría y la más radiante belleza, sobre la cual nuestras embotadas facultades sólo pueden comprender en sus formas más primitivas. Ese conocimiento, esa sensación, es la verdadera religión.

Albert Einstein.

En la actualidad, la posición generalizada es la naturalista,[44] frente al fundacionalismo predominante en toda la tradición occidental y en la Ciencia moderna. Las características básicas del naturalismo original son, como señaló Quine una posición no fundacionalista y multidisciplinaria.

...La aritmética no es, como tampoco, la geometría, una promoción natural de una razón inmutable. La Aritmética no está fundada en la razón. Es la doctrina de la razón la que está fundada en la aritmética elemental. Antes de saber contar apenas sabíamos qué era la razón. En general, el espíritu debe plegarse a las condiciones del saber.

Bachelard. Filosofía del No.

Mientras que el objetivo tradicional de la filosofía de la ciencia ha sido el de justificar y legitimar el conocimiento científico,[a 53] el objetivo en la actualidad es el de entender cómo se da tal conocimiento científico, entendido como actividad y empresa humana, utilizando para ello todos los recursos pertinentes, es decir, todas las disciplinas relevantes: biología, psicología, antropología, sociología, etc., e incluso economía y tecnología, empezado por la construcción de un conocimiento evidente que nos ayude a construir y llegar a la sabiduría.

La búsqueda de una garantía de cientificidad ha tenido siempre el aspecto de un acto tendente a rebasar la particular disciplina examinada para enlazarla con algo superior a ella, más sólido, menos atacable por la duda. «Historizar» también esta investigación significa, por una parte, mostrar que es intrínsecamente ilusorio buscar la garantía de la ciencia por encima de las ciencias mismas, y, por otra parte, poner en claro los aspectos más reales de una tal investigación, que hacen de ella no ya un instrumento para salir de la ciencia particular considerada, sino precisamente un factor interno de su dialéctica.

Ludovico Geymonat. Filosofía y filosofía de la ciencia. p. 15

Ciencia: Humanismo y Cultura

La ciencia no puede ser una «mercancía» como mera «tecnología» valorada por el «precio»:

La investigación científica tiene una especie de carácter dramático. Ideas inteligentes pueden llevar a un callejón sin salida; observaciones banales pueden conducir a resolver un problema. Este es el precio que pagamos por el hecho de que la ciencia es un diálogo con la naturaleza, no un monólogo que podamos proseguir a nuestro arbitrio..../... Mi consejo a los jóvenes es que acepten correr riesgos, pero únicamente si lo hacen movidos por un convencimiento profundo. El éxito de la ciencia occidental no se explica solamente por actitudes pragmáticas: la ciencia también ha ido construyendo una filosofía de la naturaleza. Piénsese en Galileo, Newton o Einstein. Hoy se corre el peligro de que la ciencia sea considerada apenas una herramienta técnica o económica; creo que en tal caso perderá su atractivo para muchos de los miembros más dotados de la generación joven. Debemos preservar la base humanística de la ciencia. Debemos verla como parte de la cultura.

Ilya Prigogine. Nuevos paradigmas... op. cit. p.410

Terminología y verdad

Los términos modelo, hipótesis, ley y teoría tienen en la ciencia un significado diferente al que se les da en el uso del lenguaje corriente o vulgar.

Los científicos utilizan el término modelo para referirse a una serie de propiedades como idealización de una correspondencia con lo real; tales propiedades específicas se utilizan para construir las hipótesis que permiten realizar predicciones que puedan ser sometidas a prueba por experimentación u observación. Por tanto los resultados de los experimentos corresponden al modelo como regularidades de donde se obtienen las leyes que hacen posible la generalización para predicciones futuras.

Una hipótesis es una proposición que se considera provisionalmente como verdadera en función de una experimentación que confirme o rechace las consecuencias que de tal verdad puedan derivarse conforme a una teoría.

La palabra teoría es incomprendida particularmente por el común de la gente. El uso coloquial de la palabra teoría suele referirse a ideas que aún no tienen un respaldo experimental. En contraposición, los científicos generalmente utilizan esta palabra para referirse a un cuerpo de leyes o principios a través de los cuales se realizan predicciones acerca de fenómenos específicos.

Ciertamente las predicciones científicas pretenden tener un sentido de realidad. Pero hay siempre que tener en cuenta que tales predicciones se realizan sobre los supuestos que se han considerado en el modelo. Por ello siempre pueden existir "variables ocultas" que no se han tenido en cuenta.

Esto explica la falibilidad de la ciencia tanto en sus observaciones como en las leyes generales y teorías que produce frente a un pretendido justificacionismo a ultranza. Esto es de especial relevancia para las ciencias cuyos modelos son idealizaciones muy pobres con respecto a lo real.[a 54] Tal es el caso de lo que ocurre en las ciencias sociales.[a 55] La ciencia avanza perfeccionando el conocimiento acerca de lo real no estableciendo verdades definitivas.

Al mismo tiempo los lenguajes en los que se ha estructurado la noción de verdad y de los que habla la teoría de modelos son, por lo general, sistemas matemáticos. Las "cosas" representadas en dichos lenguajes son también sistemas matemáticos. Por esto, la teoría de modelos es una teoría semántica que pone en relación unos sistemas matemáticos con otros sistemas matemáticos. Dicha teoría nos proporciona algunas pistas con respecto a aquella semántica que pone en relación los lenguajes naturales con la realidad. Sin embargo, ha de tenerse siempre presente que no hay ningún sustituto matemático para los problemas genuinamente filosóficos. Y el problema de la verdad es un problema netamente filosófico.

Jesús Padilla Gálvez, op. cit. p. 229

Por otro lado tales errores lo son para quienes tienen un concepto simple de lo que es la verdad.

En otros casos el error proviene no tanto de las afirmaciones científicas como de quienes las utilizan como medio de "convencer" o "persuadir" a otros de tales verdades, como si fueran oráculos divinos de verdades indudables, con fines no precisamente científicos. La ciencia, en estos casos, como instrumento de poder puede conducir a resultados ciertamente perversos.[a 56]

Método científico

Cada ciencia, y aun cada investigación concreta, genera su propio método de investigación. En general, se define como método el proceso mediante el cual una teoría científica es validada o bien descartada. La forma clásica del método de la ciencia ha sido la inducción (formalizada por Francis Bacon en la ciencia moderna) y justificada por el método "resolutivo-compositivo" de Galileo, interpretado como hipotético-deductivo.

Karl Popper, tras criticar la idea de que los experimentos verifican las teorías que los sustentan como justificadas, plantea el problema de la inducción como argumento lógicamente inválido, proponiendo la idea del progreso de la ciencia como falsación de teorías.

En todo caso, cualquiera de los métodos científicos utilizados requiere los siguientes criterios:

Existe una serie de pasos inherentes al proceso científico que, aunque no suelen seguirse en el orden aquí presentado, suelen ser respetados para la construcción y el desarrollo de nuevas teorías. Éstos son:

  El modelo atómico de Bohr, un ejemplo de una idea que alguna vez fue aceptada y que, a través de la experimentación, fue refutada.
  • Observación: registrar y examinar atentamente un fenómeno, generalmente dentro de una muestra específica, es decir, dentro de un conjunto previamente establecido de casos.
  • Descripción: detallar los aspectos del fenómeno, proponiendo incluso nuevos términos al respecto.
  • Hipótesis: plantear las hipótesis que expliquen lo observado en el fenómeno y las relaciones causales o las correlaciones correspondientes.
  • Experimentación: es el conjunto de operaciones o actividades destinadas, a través de situaciones generalmente arbitrarias y controladas, a descubrir, comprobar o demostrar las hipótesis.
  • Demostración o refutación, a partir de los resultados de uno o más experimentos realizados, de las hipótesis propuestas inicialmente.
  • Inducción: extraer el principio general implícito en los resultados observados.
  • Comparación universal: la permanente contrastación de hipótesis con la realidad.

La experimentación no es aplicable a todas las ramas de la ciencia; su exigencia no es necesaria por lo general en áreas del conocimiento como la vulcanología, la astronomía, la física teórica, etc. Sin embargo, la repetibilidad de la observación de los fenómenos naturales es un requisito fundamental de toda ciencia que establece las condiciones que, de producirse, harían falsa la teoría o hipótesis investigada (véase falsación).

Por otra parte, existen ciencias, especialmente en el caso de las ciencias humanas y sociales, donde los fenómenos no sólo no se pueden repetir controlada y artificialmente (que es en lo que consiste un experimento), sino que son, por su esencia, irrepetibles, por ejemplo, la historia.

Aplicaciones de la lógica y de las matemáticas en la ciencia

La lógica y la matemática son esenciales para todas las ciencias por la capacidad de poder inferir con seguridad unas verdades a partir de otras establecidas; es lo que las hace recibir la denominación de "ciencias exactas".

La función más importante de ambas es la creación de sistemas formales de inferencia y la concreción en la expresión de modelos científicos. La observación y colección de medidas, así como la creación de hipótesis y la predicción, requieren a menudo modelos lógico-matemáticos y el uso extensivo del cálculo; en la actualidad resulta especialmente relevante la creación de modelos científicos mediante el cálculo numérico, debido a las enormes posibilidades de cálculo que ofrecen los ordenadores. (Véase computación).

Las ramas de la matemática más comúnmente empleadas en la ciencia incluyen el análisis matemático, el cálculo numérico y la estadística, aunque virtualmente toda rama de la matemática tiene aplicaciones en la ciencia, incluso áreas "puras" como la teoría de números y la topología.

El empirismo lógico llegó a postular que la ciencia venía a ser, en su unidad formal, una ciencia lógico-matemática capaz de interpretar adecuadamente la realidad del mundo. En cualquier caso, la utilidad de la matemática para describir el universo es un tema central de la filosofía de la matemática.

Divulgación científica

La divulgación científica tiene como objetivo hacer asequible el conocimiento científico a la sociedad más allá del mundo puramente académico. La divulgación puede referirse a los descubrimientos científicos del momento, como la determinación de la masa del neutrino, de teorías bien establecidas como la teoría de la evolución o de campos enteros del conocimiento científico. La divulgación científica es una tarea abordada por escritores, científicos, museos y periodistas de los medios de comunicación. La presencia tan activa y constante de la ciencia en los medios y la de éstos en aquélla ha hecho que, de un tiempo a la fecha, se debata sobre si, más que divulgación científica, debería usarse el término periodismo científico.

Algunos científicos notables han contribuido especialmente a la divulgación del conocimiento científico más allá del mundo estrictamente académico (en la radio y, sobre todo, en la televisión). Algunos de los más conocidos: Jacob Bronowski (El ascenso del hombre), Carl Sagan (Cosmos: Un viaje personal), Stephen Hawking (Historia del tiempo), Richard Dawkins (El gen egoísta), Stephen Jay Gould, Martin Gardner (artículos de divulgación de las matemáticas en la revista Scientific American), David Attenborough (La vida en la tierra) y autores de ciencia ficción como Isaac Asimov. Otros científicos han realizado sus tareas de divulgación tanto en libros como en novelas de ciencia ficción, como Fred Hoyle. La mayor parte de las agencias o institutos científicos destacados en los Estados Unidos cuentan con un departamento de divulgación (Education and Outreach), si bien ésta no es una situación común en la mayor parte de los países. Por último, no debemos olvidar mencionar el hecho de que muchos artistas, aunque no sea su actividad formal la divulgación científica, han realizado esta tarea a través de sus obras de arte: gran número de novelas y cuentos y otros tipos de obras de ficción narran historias directa o indirectamente relacionadas con descubrimientos científicos diversos, Julio Verne.

Influencia en la sociedad: la ética de la ciencia

Dado el carácter universal de la ciencia, su influencia se extiende a todos los campos de la sociedad, desde el desarrollo tecnológico a los modernos problemas de tipo jurídico relacionados con campos de la medicina o la genética. En ocasiones la investigación científica permite abordar temas de gran calado social como el Proyecto Genoma Humano y grandes implicaciones éticas como el desarrollo del armamento nuclear, la clonación, la eutanasia y el uso de las células madre.

Asimismo, la investigación científica moderna requiere en ocasiones importantes inversiones en grandes instalaciones como grandes aceleradores de partículas (CERN), la exploración espacial o la investigación de la fusión nuclear en proyectos como ITER.

En todo caso es deseable que los logros científicos conseguidos lleguen a la sociedad colaborando al desarrollo humano posible por encima del mero «ejercicio del poder» o del mero «desarrollo económico».

Véase también

Notas

  1. Véase trivium y quadrivium
  2. La pólvora, la brújula, las técnicas de navegación y los descubrimientos geográficos, el nuevo arte de la guerra, la contabilidad en los negocios, las sociedades por acciones, etc.
  3. Véase lógica empírica
  4. Nanotecnología; Medicina aeronáutica; Biomecánica; Ingeniería de los residuos;... etc.
  5. Los axiomas de un sistema pueden ser teoremas de otro sistema y no tienen carácter de verdad evidente como suponía la lógica clásica
  6. La aritmética no es, como tampoco, la geometría, una promoción natural de una razón inmutable. La Aritmética no está fundada en la razón. Es la doctrina de la razón la que está fundada en la aritmética elemental. Antes de saber contar apenas sabíamos qué era la razón. En general, el espíritu debe plegarse a las condiciones del saber.

    Bachelard. Filosofía del No
  7. Charles Singer considera que los admirables dibujos magdalenienses de la caverna de Maux, Ariège, que muestran un bisonte herido por una flecha sobre la parte del tórax donde se encuentra el corazón, constituye una lección de anatomía y fisiología por más que se tardaran tantos siglos en que Miguel Servet (1546) estableciera la circulación de la sangre.Josep Trueta. Historia de la Ciencia (4 tomos), tomo I, prólogo
  8. Considerándote [Eratóstenes] según he dicho, como hábil, de gran altura filosófica y que no retrocedes ante las cuestiones matemáticas, he pensado exponer por escrito e ilustrar en este mismo libro la naturaleza particular de un método que tal vez te permitirá llegar por la mecánica al fin de ciertas proposiciones matemáticas. Ahora bien, estoy persuadido de que este método no es menos útil para la demostración que para la proposición. Porque algunas de ellas, que en principio me son evidentes por la mecánica, después han sido demostradas por la geometría, ya que la demostración por este método es exclusivo de una demostración. La búsqueda de la demostración precedida de un cierto conocimiento de las cuestiones por este método es, en efecto más fácil, que su búsqueda sin este conocimiento. Así, en lo concerniente a las proposiciones relativas al cono y a la pirámide, en las que Eudoxo fue el primero en hallar la demostración, especialmente ya que el cono es la tercera parte del clindro y la pirámide la tercera parte del prisma teniendo la misma base y altura, se le ha de atribuir un fundamento nada desdeñable a Demócrito, que fue el primero en afirmar las cosas, sin demostración, por las figuras que he mentado. Como sea que el descubrmiento de las proposiciones que expondremos ahora me ha venido del mismo modo que los precedentes, he querido divulgar este método por escrito. No sólo por no parecer una persona que haya proferido palabras vanas, tanto más que ya he hablado anteriormente, sino porque estoy seguro de que ello reportará ciertos beneficios al objeto de nuestros estudios. En efecto, estoy convencido de que este método, una vez haya sido expuesto, junto con otras proposiciones que todavía no me he propuesto, acabará por contar con la adhesión de los que viven y de los que aún han de nacer. En consecuencia, pondré por escrito aquello que en primer lugar me ha sido revelado por la mecánica, especialmente que todo segmento de una sección de cono rectángulo es igual a cuatro tercios del triángulo que tenga la misma base e igual altura, y luego cada uno de los otros resultados obtenidos con el mismo método; al final del libro expondré las demostraciones geométricas de los teoremas cuyos enunciados te comuniqué.

    Arquímedes. Citado en: Historia de la Ciencia - Tomo I, editorial Planeta. Barcelona 1977. Pág. 153.
  9. Leonardo da Vinci no pudo ir a la universidad por ser hijo ilegítimo, por lo que a veces era tratado, por algunos, de «inculto» por no saber latín:

    Soy completamente consciente de que hay gente presuntuosa que cree tener razón en desacreditarme por no ser un hombre culto ¡Qué locos! [...] No saben que mis materiales tienen más valor porque derivan de la experiencia antes que de las palabras de otros, y la experiencia es la maestra de quienes han escrito con acierto.

    Leonardo da Vinci, Códice Atlántico, folio 327v.

    Fritjof Capra considera que Leonardo de Vinci es el verdadero genio iniciador del método y la ciencia moderna. Si tradicionalmente este honor se atribuye a Galileo Galilei ha sido por el desconocimiento y mala ordenación de los manuscritos de Leonardo hasta ahora descuidados y perdidos en muchos casos. Por otro lado Leonardo no publicó sus escritos científicos y ha sido necesaria una reciente e intensa labor de estudio paleográfico para publicar correctamente sus escritos. Por otro lado la valoración de lo hipotético-deductivo, hoy se considera con un valor de verdad diferente a como se hizo en el siglo pasado. Interesante estudio en: Capra, F. La ciencia de Leonardo. Anagrama. Barcelona, 2008

  10. Siempre y cuando estos principios o axiomas considerados evidentes no se pongan en cuestión
  11. Sobre todo en la recuperación del valor de lo individual, el valor cognitivo de la experiencia y el rechazo al problema de los universales
  12. Aunque su teoría sitúa al sol girando alrededor de la tierra junto con la luna, estableció la órbita de los planetas alrededor del sol, y por la exactitud en sus medidas y observaciones hizo posible la concepción de las leyes de Kepler
  13. ya que

    los axiomas rectamente descubiertos y establecidos proporcionan usos prácticos, no limitadamente, sino en multitud, y traen tras de sí bandas y tropas de efectos

    Bacon, citado en "Historia de la ciencia", op. cit. tomo II
    y permiten el dominio de la naturaleza, obedeciéndola.
  14. La filosofía está escrita en este gran libro continuamente abierto ante nuestros ojos, me refiero al universo, pero no se puede comprender si antes no se ha aprendido su lenguaje y nos hemos familiarizado con los caracteres en los que está escrito. Está escrito en lenguaje matemático, y los caracteres son triángulos, círculos y demás figuras geométricas, sin los cuales es humanamente imposible entender ni una sola palabra; sin ellos se da vueltas en vano por un oscuro laberinto.

    Galileo. Il sagiattore.
  15. Se estudia el cuerpo humano mediante disección, sin las limitaciones impuestas por la Iglesia y aparecen los primeros tratados médicos; la alquimia se separa de la especulación convirtiéndose en química, etc.
  16. En Lógica empírica se expone sucintamente la forma del método seguido por Galileo en su estudio sobre "el movimiento de caída libre de los cuerpos"
  17. Proyecto históricamente intentando antes por Raimundo Lulio, e ideal señalado por Descartes y Leibniz y, ahora, dotado de un impresionante aparato «lógico-matemático» por el primer Wittgenstein del Tractatus logico-philosophicus, Bertrand Russell y los empiristas lógicos del Círculo de Viena
  18. Se entiende como sistema lógico perfecto un sistema que fuera:
    • consistente: Una sistema formal es consistente si es implosible demostrar una fórmula φ y también su negación ¬φ.
    • decidible: Una sistema formal es decidible cuando existe un algoritmo tal que, dada una fórmula φ, el algoritmo es capaz de decidir en un número finito de pasos si la fórmula pertenece o no al sistema.
    • completo: Un sistema formal es completo cuando dada cualquier fórmula φ del sistema, existe una demostración de φ o de ¬φ como teorema del mismo.
  19. Véase mecánica cuántica
  20. Véanse figuras al margen sobre el concepto de distancia. Evidente el primero en la conciencia empírica vulgar en el espacio de tres dimensiones y un tiempo constante y absoluto. Sin embargo el segundo concepto de distancia es necesario para las medidas astronómicas de enormes distancias y velocidades en un espacio de cuatro dimensiones en su relación con la «velocidad de la luz como constante c». La distancia nunca podrá estar fuera del "cono de luz", siendo c, la velocidad de la luz, una constante del universo
  21. Relación de indeterminación de Heisenberg
  22. a b Véase evidencia (filosofía)
  23. Naturalmente hablamos de experiencia científica, no de experiencia vulgar, pues tampoco se trata de que el sol salga todos los días por el Este y se ponga por el Oeste, aunque tampoco se excluya en su propio contexto científico.
  24. Son graves las denuncias que se hacen a los laboratorios farmacéuticos por su dedicación a la investigación de «enfernedades rentables» descuidando enfermedades como el «cólera» que produce muchas más muertes en el tercer mundo. De igual forma se ha comprobado la denuncia de sobornos a científicos concretos para sustentar «tesis contrarias al calentamiento global» a fin de favorecer intereses económicos y de poder.
  25. Muy interesante en este respecto la lectura del libro de Bachelard citado en la bilbiografía; lo mismo que “Interpretación y sobreinterpretación”, sobre todo la respuesta final de Umberto Eco, a modo de conclusión.
  26. Fundamentalmente de la mano de la Economía convertida en «fundamento» de todo y una ideología basada en el mercado
  27. El poder militar dirige y controla gran parte de la «investigación científica de base»; el problema de la energía nuclear y los residuos radioactivos; los problemas de contaminación ambiental y calentamiento global; las crisis financieras generadas por «la especulación global movida por intereses sin control» como son los de la «economía sumergida» de la droga y la delincuencia ocultos en «paraísos fiscales»; el agotamiento de los recursos naturales; etc
  28. Seguimos los términos de la tesis de Daniel Quesada, op. cit.
  29. ”Conozco a Antonio”. “Conozco China”. A las personas y a las naciones no se las “saben”. En cambio “sé montar en bicicleta”. “Sé la lección”, "Sé por qué funciona un motor". En algunos casos esa diferencia tiene sentido: "Conozco el teorema de Pitágoras" versus "Sé el teorema de Pitágoras". En otros muchos casos son intercambiables el conocer y el saber y la RAE tampoco los define de un modo plenamente diferenciado, porque el uso, aun cuando establece diferencias, no son lo suficientemente esclarecedoras
  30. Significado de coherencia dentro de un contexto cognitivo, lógico, lingüístico, etc. que define un mundo posible.
  31. No en el sentido de lógica formal pero sí relacionado fundamentalmente y en el fondo con la lógica en su relación con el contenido material del conocimiento. Ya Platón hacía decir a Teetetos:

    ... ciencia es la opinión verdadera acompañada de razón. (δοξα άληθης μεταλογου)

    Platón.Teeteto. Trad. Juan B. Bergua.Madrid. Ediciones Ibéricas. 1960. p. 122 y 223

    Es decir, que las cosas ajenas a la razón no pueden ser objeto de ciencia. Y un poco más adelante reconoce que los elementos simples son por ello «irracionales», puesto que no se puede dar razón de ellos. Y luego en el «Sofista» intenta por eso «ir más allá» de lo elemental como elemental sino al fundamento del mismo, a la «Idea» (Logos), la «racionalidad» que sirve de fundamento o, como dice Zubiri, (Inteligencia y razón, p.258 y ss.), que hace posible el «verdadear» de las cosas y los hechos como realidad. El saber de la verdad, así concebido, es un «hecho abierto» como proceso intelectual y no un logro definitivo, (Putnam, op. cit.)

  32. Programas de investigación científica, sugiere Imre Lakatos
  33. La genialidad individual, en cualquier caso, acabará siendo financiada, desarrollada y gestionada como proyecto de forma colectiva
  34. En 1827 Ampère escribió su Teoría matemática de los fenómenos electrodinámicos inequívocamente deducida de los experimentos, pero al final de la obra confiesa que algunos de los experimentos no se habían realizado porque ni siquiera había instrumentos capaces de poder comprobar la existencia de tales fenómenos. Lakatos. op. cit. p. 11
  35. Teniendo en cuenta que la redondez, como tal, nunca es un «hecho observado», de no ser el caso de haber subido a un cohete espacial
  36. Matemáticamente la aplicación de un procedimiento mensurativo cuantifica dichos datos y convierte en variables los conceptos por ellos referenciados, mientras que su relación adquiere la estructura de una función matemática. Los empiristas lógicos pensaron que la estructura afirmativa de las leyes solamente son esquemas meramente formales de funciones proposicionales que adquieren la forma de argumento al sustituir las variables por los contenidos conceptuales de la observación previamente medida. Eso hizo posible la pretensión de construcción de "el lenguaje Universal de la Ciencia" como "Proyecto Unificado".
  37. El hecho de la flotación de un cuerpo en un fluido, se formularía: Si un cuerpo a se encuentra sumergido en un fluido, condición h, experimentará un empuje vertical hacia arriba igual al peso del volumen de fluido que desaloja. Lo que equivale a la explicación causal de que: Un cuerpo flota en el agua porque el peso del volumen del agua que desaloja, (el volumen que ocupa el cuerpo sumergido), es mayor que el peso de todo el cuerpo (explicación esencial); o «descripción del fenómeno» de cómo sucede la flotación de un cuerpo.
  38. Tal como proponía Newton, hypotheses non fingo. Lakatos. op. cit. p.249
  39. Incluso, añade Bunge, en el campo de la psicología y la sociología, fortalezas, en otro tiempo, de la vaguedad.
  40. Por más que no es infrecuente el caso de quienes confunden sus conceptos con realidades. Tal es el caso del dogmatismo y en casos extremos el fanatismo en cualquier campo de la vida cultural, religiosa, social e individual.
  41. Es importante señalar la importancia y desarrollo que ofrece la informática para la elaboración de objetos-modelo a base del cálculo numérico
  42. Un gas puede ser considerado como un “enjambre de partículas enlazadas por fuerzas de Van der Waals”, pero puede insertarse tanto en un marco teórico de la teoría clásica como en el marco de la teorìa relativista cuántica de partículas, produciendo diferentes modelos teóricos en un caso y otro. Véanse las imágenes anteriores de la representación gráfica de distintos formas de ver el universo y las "teorías que las explican"
  43. Esa estructura es objeto de otro tipo de teoría acerca de la electricidad: la teoría del campo eléctrico y la teoría del electrón
  44. Mediante experimento crucial como el experimento Michelson-Morley 1887 que refutó la teoría del éter y condujo a la teoría de la relatividad. Lakatos. op. cit. p.97-98
  45. El cambio del geocentrismo por el heliocentrismo, como cambio revolucionario
  46. La elección de teorías comprehensivas, puede llegar a ser una cuestión de gusto. Feyerabend. op. cit. p. 134-135
  47. Descubrimiento de la penicilina por Alexander Fleming
  48. La ignorancia absoluta no es posible, como no sea en un sentido determinado sociológico y despectivo. Porque de lo que no sabemos nada en absoluto, ni siquiera podemos saber que no sabemos nada. Tal ignorancia es «nesciencia» como la llama Zubiri; la ignorancia ha de ser respecto a algo, lo mismo que el conocer y el saber.
  49. La idea de una «Educación o Escuela para todos» no ha sido una conquista social fácil y ni siquiera es efectiva en muchas sociedades actuales. La Iglesia Católica, por ejemplo, no ha sido proclive a la lectura de la Biblia y los Evangelios para todo el mundo.
  50. Así es considerada por Francis Bacon y más tarde por Nietzsche y Heidegger y, sobre todo, la Escuela de Francfort
  51. Así lo expresa Francis Bacon en su modelo de construcción del método científico, como una lógica empírica, o Novum Organon frente a la lógica aristotélica, guía de la ciencia antigua.
  52. Es constante la denuncia de las investigaciones farmacéuticas acerca de enfermedades «rentables» descuidando otras. O la denuncia de «sobornos» a científicos para el mantenimiento de tesis contrarias al calentamiento global de la tierra, en defensa de determinados intereses económicos.
  53. En un metarrelato filosófico, religioso, ideológico, en una creencia fundamental evidente
  54. Es importante tener en cuenta la distinción técnica que hacen algunos filósofos entre lo real y la realidad, en el sentido de que "realidad" es lo real en tanto que "es conocido"; lo que viene a significar que conocer de alguna manera es hacer "realidad" lo "real"; pues de lo desconocido ni siquiera podemos saber que es lo real. Por esto la verdad científica actúa como postulado que dinamiza el progreso del conocimiento; no se trata de una verdad reconocida como tal de forma definitiva y eterna, de una vez por todas. Toda verdad conocida lo es siempre referente a una realidad en tanto que conocida. El problema de la verdad ontológica es la relación entre realidad como tal y realidad conocida. ¿Quedará siempre un ámbito de lo real desconocido respecto a la realidad conocida? Puesto que la metafísica no puede ser admitida como conocimiento científico, por estar más allá de la ciencia, es decir, del ámbito de la experiencia posible, tal verdad ontológica es hoy día poco considerada y más bien es rechazada tal como ya estableció de manera definitiva Kant. Pero la consideración del conocimiento como producto de un sistema complejo y evolutivo hace posible la aceptación del conocimiento como verdad objetiva con suficiente garantía de realidad. Como dice Zubiri de los conceptos en tanto que pueden ser considerados verdaderos: "No es concepto de realidad" sino "realidad en concepto". Zubiri.Inteligencia y logos, pág.101. Véase, Teoría causal de la referencia y Designador rígido. Cfr. verdad
  55. De especial relevancia por ejemplo es el caso de las predicciones meterológicas. Los modelos siempre suponen una idealización que no puede tener en cuenta "todas las variables posibles". Lo que no quita el valor a sus predicciones. Más complejo aún es cuando las predicciones se hacen sobre modelos sociales.
  56. Esta forma de utilizar la ciencia es frecuente en el uso de la propaganda tanto comercial como política. Tal ha sido por ejemplo el caso del "uso de la ciencia" por las dictaduras (las teorías científicas sobre las "razas" en los "fascismos; teorías económicas en los "comunismos"; lo mismo que la ideología religiosa promueve o se opone a teorías científicas por causas ideológicas. Actualmente es de especial relevancia, a partir de la caída del muro de Berlín y el final del "comunismo", el "economicismo ideológico" predominante que reduce el "modelo social" a la "teoría del mercado" con pretensión de un dominio mundial del poder financiero. En general cuando la ciencia se somete a un "ontenido ideológico" puede ser peligroso al ser utilizada "fanáticamente"

Referencias

  1. Tomado, con añadidos, de la definición de ciencia del Diccionario de la Real Academia Española.
  2. Fascículo IX
  3. Aristóteles, Anal. post. A, 2
  4. a b c Javier Gimeno Perelló. De las clasificaciones ilustradas al paradigma de la transdisciplinariedad. El catoblepas. nº 116. Id = ISSN 1579-3974
  5. Met. 980a-98b; Eth. Nic.Z, 3-8; Pol. A, 11
  6. a b Gran Enciclopedia Larousse
  7. Ilya Prigogine e Isabelle Stengers. La nueva alianza: metamorfosis de la ciencia op. cit.
  8. Alberto Cha Larrieu.Elementos de epistemología.(2002). Ed. Trilce. Montevideo
  9. a b c d e f g h Paul K. Feyerabend. Enciclopedia Oxford de Filosofía p. 166 y ss.
  10. Platón, Leyes, 892b2; República, 530a8 y ss.; 530b7 ss. Citados en Enciclopedia Oxford de Filosofía p.167
  11. Met. 980a; De anima 418a4 ss.
  12. Met. 980a-982b; Analytica posteriora 99b35
  13. Aristóteles:Metafísica, 982,b.11-32; 983b y ss.; 992a 25 y ss.; Γ, 1003b; Anal. post. A, 2
  14. Historia de la Ciencia (4 tomos), tomo I, p.11 y ss.
  15. Descartes estaba inequívocamente convencido de que si pudiera llegar al extremo de establecer la existencia de Dios, «en quien se esconde toda la sabiduría de la ciencia», podría luego proceder al establecimiento de una ciencia física sistemática que cubriera «la totalidad de esa naturaleza corpórea que es el tema de estudio de la matemática pura». (Meditación Quinta)

    Enciclopedia Oxford de Filosofía, op. cit. p.256
  16. DEFINICIÓN.- Por movimiento igual o uniforme entiendo aquel en el que los espacios recorridos por un móvil en tiempos iguales, cualesquiera que éstos sean (quibuscumque), son iguales entre sí. ADVERTENCIA.- Nos ha parecido oportuno añadir a la vieja definición (que habla simplemente del movimiento igual en cuanto que en tiempos iguales recorren espacios iguales) la expresión "cualesquiera", es decir, para todos los tiempos que sean iguales. En efecto, puede suceder que un móvil recorra espacios iguales en determinados tiempos iguales, mientras que distancias recorridas en fracciones de tiempo más pequeñas puedan no ser iguales, aunque lo sean dichos intervalos más pequeños. De la definición que acabamos de dar se siguen cuatro axiomas; a saber: AXIOMA I.- En el caso de uno y el mismo movimiento uniforme, el espacio recorrido en un tiempo mayor es mayor que el espacio recorrido durante un intervalo de tiempo menor. AXIOMA II.- En el caso de uno y el mismo movimiento uniforme, el tiempo durante el cual se recorre un espacio mayor es también mayor que el tiempo empleado para recorrer un espacio menor. AXIOMA III.- El espacio recorrido en un tiempo dado a mayor velocidad, es mayor que el espacio recorrido, en el mismo tiempo, a menor velocidad. AXIOMA IV.- La velocidad con la que se recorre en un tiempo dado un espacio mayor, es mayor, a su vez, que aquella con la que se recorre, en el mismo tiempo, un espacio menor.

    Galileo, Consideraciones y demostraciones matemáticas sobre dos nuevas ciencias. Editora Nacional, Madrid, 1976, pp. 266-268
  17. Véase una breve exposición del problema en [[Padilla Gálvez, J. op. cit. p. 63
  18. Para la lógica intuicionista de Brouwer no podemos afirmar A \lor \lnot  A como verdadero. Para ello tendríamos que tener fundamento para afirmar A o tener fundamentos para afirmar que nunca tendríamos fundamento para afirmar  \lnot A. Pero puede ocurrir que no tengamos fundamento para afirmar lo uno ni lo otro y tal proposición no podría tener valor de verdad alguno, ni verdadero, ni falso, tal como ocurre con los conjuntos infinitos. Por eso el argumento \lnot \lnot A \rightarrow A no puede tomarse sin restricción. Nótese que si consideramos A = las vacas vuelan; y \lnot \lnot A = las ratas no son azules, podríamos considerar "las ratas no son azules" como una corroboración de "las vacas vuelan".
  19. Tal es la pregunta a la que pretende contestar Lyotard en su obra: La condición postmoderna: Informe sobre el saber (La Condition postmoderne: Rapport sur le savoir 1979
  20. Lyotard, op. cit.
  21. Dancy, J. op. cit. p. 202 y ss.
  22. Ferrater Mora, op. cit. entrada «conocer». Putnam. op. cit.
  23. Imre Lakatos. op. cit. p.230
  24. Lakatos. op. cit. p.13
  25. Geymonat. op. cit. p. 93-112. Lakatos. op. cit. p.14
  26. Geymonat. op. cit. p. 93-112. Lakatos. op. cit. p.14
  27. Carlos Paris. Física y filosofía. p. 85
  28. Carlos París. Ciencia y trasnformación social. p. 109
  29. Bunge. Teoría y realidad. op. cit. p. 15
  30. Ver ref. 58
  31. Bunge. op. cit. p. 55
  32. Véase nota 49
  33. Lakatos, op. cit. p. 20
  34. Bunge. op. cit. p.46
  35. Geymonat, op. cit. p. 77
  36. Lakatos. op. cit. p. 65 y ss.; Popper, op. cit. p. 25
  37. Lakatos. op. cit. p.65
  38. Dos ilustraciones, Prout y Bohr, en Lakatos, op. cit. pp. 72 y ss.
  39. Inteligencia y razón, op cit. p.222
  40. Newton o Einstein
  41. Lakatos, op. cit. nota 155. p. 65
  42. Citado en Lakatos. op. cit.
  43. Bachelard: La filosofía del no
  44. Como dimensión fundamental pero abierta a una dialéctica de la razón entre los dos extremos del racionalismo-empirismo; lo que Bachelard considera "susuperracionalismo". Bachelard. op. cit.

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